El día D ha llegado. Más bien el día L, de Letizia. O Z, por aquello de la lítera que distingue e identifica a nuestra reina. ‘El amor de Penny Robinson’, la novela con tintes autobiográficos escrita por su primer marido, Alonso Guerrero, ya está disponible y al alcance de todos. Sin necesidad de pensar que el pasado viernes la obra llegó a Zarzuela, a tenor de la relación que Guerrero sostiene mantener con el matrimonio real, seguro entonces Letizia y Felipe se bebieron el manuscrito.
Alonso Guerrero, ex marido de Letizia
Con nombres ficcionados y personajes que se asocian directamente con Alonso Guerrero y la propia Letizia, el autor describe una escena en la que habla de Nené, una especie de Lolita que pone su mundo absolutamente del revés y se desviste ante sus ojos. Sobre el cuerpo desnudo de la mencionada señorita, hace Guerrero el siguiente dibujo: «Me sobrecogió su desnudez. Tomé la instantánea aquel atardecer de verano mientras dormía. Recordé haber buscado el encuadre durante mucho rato y al despertar, había puesto el automático y me había fotografiado junto a ella, tan desnudo como ella».
¿Letizia o Nené?
Y no queda ahí la cosa. El autor va a más y se moja hasta confesar que «estaba enamorado de su bronceado. Las líneas bordeaban los hombros y caían a la parte interna de los muslos como si la confundieran con un tragaluz». Sin dejar de jugar al motto que define toda la novela, Guerrero continúa sin titubeos, pero con maquillaje, y añade: «La vi salir embutida en aquel gabán de cosaco bajo del cual iba casi desnuda. Era bella como un diluvio, pero desapareció bajo el sol de diciembre sin dejar rastro. Sin darme cuenta, había llegado a obsesionarme con sus ojos y su boca».
¿Una foto de Letizia desnuda?
Con el murmullo de la posibilidad de que exista una foto de una joven Letizia sin nada que la arrope, Guerrero invita al lector a hacer sus propias interpretaciones: «el lector debe leer entre líneas». Mientras que una imagen vale mil palabras, hasta el momento en que aparezca la presunta fotografía, deberemos conformarnos con leer el relato a medida que el escritor de la novela hace sobre la que entonces era su esposa y ahora es la reina de España.
Letizia Ortiz y Alonso Guerrero se conocieron en 1989. En aquel momento, ella era una joven estudiante de 17 años, y él, su profesor de Literatura, diez años mayor que ella. Nueve intensos años de amor y un matrimonio civil rubricado en Almendralejo que apenas duró unos meses son el resultado de ecuación final entre Guerrero y Ortiz. Tres años más tarde, el profesor del Ramiro de Maeztu se daba de bruces con una realidad que ya conocía: su exmujer sería la futura reina de España.