¡Sin desperdicio! Así ha sido la primera experiencia de Anabel Pantoja en la nieve

Alejada del foco mediático tras la demanda de paternidad que ha interpuesto su presunto hermano Luis Vicente Rico ‘Pinocho’ para probar que es hijo de Bernardo Pantoja, Anabel Pantoja está más volcada que nunca en su faceta de influencer. Y demostrando que no tiene límites y que no hay reto que se le resista, a sus 37 años ha tenido su primera experiencia con el esquí.

La sobrina de Isabel Pantoja ha sido una de las protagonistas de ‘Nevalia’, la mayor experiencia après-ski que como cada temporada Ron Barceló ha celebrado en la estación de Aramón Formigal-Panticosa entre el 14 y el 18 de febrero.

Una ‘liada’ muy especial en la que Anabel nos ha regalado unas imágenes desternillantes en su ‘debut’ en la nieve, siendo la primera vez que se enfundaba un mono de esquí, se subía a un telesilla y se ponía unos esquís. Y eso que ha tenido la ayuda del influencer Telmo Trenado, que como asiduo a esta experiencia, ha ejercido de instructor con la andaluza.

Ambos han compartido momentos de lo más cómplices -como cuando la instagrammer ha revelado que su plan de San Valentín ideal sería irse a la montaña con su novio David Rodríguez– y otros de lo más cómicos, cuando Telmo ha pillado unas rosquillas que Anabel tenía escondidas en un gorro dentro de su maleta.

Tras desayunar para reponer fuerzas de cara a un día intenso, y confesar que es más del ‘team’ Rosalía que el de Rauw Alejandro, y que le gusta más Aitana que Sebastián Yatra a pesar de que conoce más canciones del colombiano que de la triunfita, Anabel se ha subido por primera vez a un telesilla.

Y visiblemente nerviosa, aunque con ese sentido del humor que la ha convertido en una de las influencers más populares del momento, la primera de Kiko Rivera no ha dudado en dejar claro que si se quedasen atrapados en la nieve como los protagonistas de ‘La sociedad de la nieve’ no tendría problemas en comerse a Telmo: «Me voy a morir de hambre teniéndote a ti con tanta carne» ha bromeado.

Unas imágenes sin desperdicio que se han quedado en nada al lado del momento en el que Anabel, muy tensa, se ha puesto unos esquís y ha esquiado -o por lo menos lo ha intentado- por primera vez.