Meghan Markle ha celebrado, con mucha privacidad, su despedida de soltera. La fiesta se ha producido este fin de semana y ha gozado de una gran discreción. La joven novia se ha visto arropada de sus mejores amigas. Este evento se ha visto protagonizado por las dos personas que no han podido acudir al evento: la Duquesa de Cambriadge y Doria Radland, madre de la novia.
La primera de ellas decidía no acudir para así poder descansar y recuperar las fuerzas, recomendado para proseguir con su embarazo de siete meses en perfecto estado. En cuanto a su madre, Doria, se encontraba en la ciudad de Los Ángeles, dificultando su aparición.
El plan de la despedida de soltera, poco se parecía a las clásicas despedidas que podemos ver en cualquier película inglesa sino que, se centraba más en pasar un día relajado, sin grandes ajetreos. Con este motivo, la despedida se produjo en uno de los grandes spa de la zona, dónde ella y sus invitadas recibieron toda clase de mimos.
A tan sólo 78 días del próximo enlace matrimonial en la Casa Real Británica, no paran de conocerse primicias sobre esta boda. A principios de la semana se filtraba la noticia de que Meghan Markle tenía otra cita pendiente. La actriz va a convertirse al Anglicanismo.
Algunas fuentes cercanas aseguraban que este paso no se producía por obligación, ya que en 2013 se abolió este requisito para poder pasar por el altar. Es una decisión que la propia prometida ha tomado ella sola.
Meghan Markle abraza esta religión con la finalidad de mostrar respeto hacia la reina Isabel II. Este pequeño gesto ha sido aplaudido por el pueblo británico. El acto de carácter privado tendrá lugar en la capilla del palacio de Kensington a finales del mes. En esta celebración, Meghan Markle será bautizada y confirmada por el líder espiritual del Anglicanismo, el arzobispo de Cantebury. Meghan cuenta los días para dejar de ser soltera y entrar a formar así parte de la Familia Real británica.