La reconocida exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, figuró entre los distinguidos invitados que asistieron a la extravagante celebración del 55 cumpleaños del cantante y compositor Alejandro Sanz en Madrid que no pasa por su mejores momentos sentimentales ni económicos tras la persecución que sufre por parte de Hacienda.
La velada tuvo lugar en el emblemático Teatro Barceló, una exclusiva discoteca situada en el corazón de la ciudad, donde decenas de invitados se congregaron con una única premisa: adecuar su indumentaria a la temática de la fiesta. Inspirada en el esplendoroso Moulin Rouge de la París de antaño, la mayoría optó por atuendos que evocaban los estilos de vestir de las décadas de 1920 y 1930.
A las puertas del local, los medios de comunicación del corazón aguardaban la llegada de los invitados, entre ellos, Soraya Sáenz de Santamaría. Interrogada sobre la naturaleza de su relación con el cantante, respondió con una sonrisa: «Somos amigos desde hace mucho tiempo«. Al ser preguntada por la prensa acerca del bache económico y anímico que atravesaba el artista, expresó sus buenos deseos: «Le deseo toda la felicidad del mundo» y lo describió como «tan estupendo y maravilloso como siempre».
Soraya Sáenz de Santamaría optó por un vestido verde acompañado de guantes largos, estola de piel, y una gargantilla, complementada con una tiara de época, sumándose así al espíritu de la fiesta, que transcurrió a puerta cerrada y bajo estrictas medidas de seguridad.
Tanto el anfitrión como sus invitados se sumaron a la ocasión ataviados de manera peculiar, sumergiéndose completamente en la ambientación de aquel París que ha pasado a la historia como una de las sociedades más emblemáticas de principios de siglo.