Fernando Verdasco, una figura destacada en el mundo del tenis español durante las últimas décadas, ha alcanzado la cima no solo en las canchas, sino también en su vida personal junto a Ana Boyer y en la empresarial. Reconocido como un pilar constante en los equipos de la Copa Davis, Verdasco ha capturado la atención de los medios recientemente debido a su relación con Ana Boyer.
La pareja, unida en matrimonio en una ceremonia en el Caribe en 2017, acaba de anunciar que están esperando la llegada de su tercer hijo, una noticia que ilumina aún más la familia Preysler en estos momentos de dulce dicha.
Las festividades navideñas serán especiales este año para la familia, ya que celebrarán la alegría de la próxima incorporación en Florida, marcando una nueva etapa en sus vidas. Ana, quien ha superado el primer trimestre de embarazo, comparte esta felicidad con Miguel y Mateo, los hijos mayores de la pareja.
La familia, que en su día llevó una vida nómada entre Madrid y Doha, ha encontrado su residencia estable en Catar, donde disfrutan de un patrimonio valuado en varios millones de euros.
La historia de amor de Fernando y Ana ha sido un viaje que ha llevado a la abogada de profesión a dejar su carrera para acompañar a Verdasco en sus travesías tenísticas alrededor del mundo.
La pareja, con su base casi permanente en Catar, ha construido un legado financiero significativo, con ingresos superiores a los 15,6 millones de euros solo en las pistas de tenis. A punto de cumplir 40 años, el 15 de noviembre, Verdasco demuestra que aún tiene mucho que ofrecer en el mundo del tenis.
1Ana Boyer y Sara Verdasco
Sin embargo, como muchos deportistas de élite, Verdasco ha diversificado sus inversiones, anticipándose a su retirada. Su incursión inicial en el mundo empresarial se remonta a 2004 con la creación de la empresa Ferek, encargada de gestionar sus derechos de imagen y los de otros representados.
Aunque su hermana, Sara Verdasco Carmona, fue asignada como apoderada de la empresa, los estragos de la pandemia la golpearon duramente, cerrando 2020 con pérdidas de 415.000 euros y llevándolos a tomar la decisión de cerrarla al año siguiente, cuando las pérdidas aún persistían, aunque en una escala más modesta, alcanzando los 31.000 euros.
El revés en este primer intento empresarial no desalentó a Verdasco, quien, en plena crisis global desatada por la pandemia de COVID-19, fundó CocowI Brand S.L. junto a su socio, el empresario Jaime Fernández-Lerga.
Esta nueva firma ha logrado destacarse en el competitivo mundo de las gorras gracias a sus diseños originales y atractivos. Aunque Ana Boyer ha colaborado puntualmente con algunos posts de la marca, su participación se mantiene en el ámbito de la colaboración ocasional.
Además de conquistar el mundo de la moda, Verdasco también ha demostrado destreza en el ámbito inmobiliario. En 2020, selló un trato millonario al vender su chalet en la exclusiva urbanización de El Bosque por 1,6 millones de euros. Este movimiento se suma a la lista de propiedades inmobiliarias que ha adquirido a lo largo de su fructífera carrera en las canchas de tenis, consolidando aún más su posición financiera.
Fernando Verdasco, un nombre que resuena no solo en las canchas de tenis, sino también en los círculos empresariales, demuestra que su éxito va más allá de los sets y los saques. Con una vida personal en constante expansión y una cartera de negocios diversificada, Verdasco se posiciona como un referente no solo en el deporte, sino también en el mundo empresarial, mostrando que la verdadera maestría se encuentra en la habilidad de reinventarse una y otra vez.