Tres meses después de convertirse en madres, y coincidiendo con su tercer aniversario de relación, María Casado y Martina DiRosso han anunciado a través de sus redes sociales su ruptura. Una noticia tan sorprendente como inesperada de la que han evitado dar ningún detalle, limitándose a compartir con sus seguidores que ya no son pareja y asegurar que lo más importante para ambas en estos delicados momentos es su hija Daniela.
«Martina y yo hemos dejado nuestra relación de pareja pero seguimos siendo familia por y para nuestra Daniela a quien amamos por encima de todo» ha publicado en una historia de Instagram la presentadora, de 44 años, agradeciendo el «cariño y respeto» que está recibiendo en este duro trance personal.
La cantante y Dj, en la misma línea, se pronunciaba minutos después que María eligiendo el mismo método que su expareja: «¡Hola! Quería contaros que María y yo ya no estamos juntas» ha confirmado en redes sociales, destacando que «tenemos una hija preciosa cuya felicidad y bienestar es nuestra prioridad».
«Ha sido bonito caminar juntas estos años y me siento afortunada por ello» ha confesado, destacando que «fruto» de su amor han tenido «una hija a la que adoramos y a quien disfrutamos juntas y por separado», lo que deja entrever que su ruptura ha sido amistosa y seguiremos viéndolas juntas con su pequeña.
María y Martina se conocieron en diciembre de 2020 gracias a una amiga en común, y el flechazo fue instantáneo. En verano de 2021 hacían público su noviazgo, y a pesar de que siempre han intentado mantener un perfil discreto, han sido numerosas las ocasiones en las que las hemos visto dando muestras públicas de su amor.
El 29 de agosto, poniendo el broche de oro a su felicidad, nacía su primera hija en común, Daniela. Una niña preciosa y risueña que a sus 3 meses es la principal prioridad de sus mamás tras decidir emprender caminos separados después de tres años juntas en los que han formado una familia que, como han asegurado en sus respectivos mensajes, sigue siendo lo más importante para ambas a pesar de que su relación de pareja no haya funcionado.