La Emérita, ajena a las declaraciones del hijo de la vedette, Ángel Cristo Jr, ha visitado el Centro Municipal de Protección Animal de Las Rozas y ha demostrado una vez más su compromiso con este tipo de causas y su pasión por los animales
Días después de poner fin a su sexta visita a España y de regresar a Abu Dabi tras una semana en Sanxenxo, el Rey Juan Carlos vuelve a estar en el ojo del huracán mediático. El motivo, las declaraciones del hijo de Bárbara Rey, Ángel Cristo Jr, asegurando que su madre tendió una trampa al Emérito y le fotografió en actitud comprometida para chantajearle, logrando presuntamente a cambio de su silencio una cantidad que rondaría los 600 millones de pesetas.
Una información bomba que deja en una posición muy delicada al monarca, puesto que se especula con que no solo le habría grabado en un momento íntimo sino que además tendría conversaciones en las que el padre de Felipe VI revelaría secretos de Estado y hablaría sobre personajes como José María Aznar o Luis Roldán.
Mientras se asegura que desde el entorno de Don Juan Carlos se le está presionando para que emita un comunicado y se desvincule de esta desagradable polémica, la Reina Sofía prefiere hacer oídos sordos a las controvertidas revelaciones de Ángel Cristo Jr. y ha reaparecido con una sonrisa que refleja que en nada le habría afectado a estas alturas lo que el Emérito haya podido tener o no con Bárbara Rey.
Demostrando su compromiso con las causas sociales y su amor por el medio ambiente, la Emérita ha visitado este martes el Centro Municipal de Protección Animal de Las Rozas y, además de comprobar por sí misma el cuidado a los animales que viven temporalmente en el lugar hasta que encuentan un hogar, ha derrochado gestos de cariño y cercanía con algunos perros, a los que ha acariciado con su mejor sonrisa.
Siempre elegante, Doña Sofía ha lucido un dos piezas con pantalón negro, chaqueta de tweed multicolor y un favorecedora blusa rosa chicle, además de un abrigo estilo plumífero largo en color negro -mismo tono que sus botines y su bolso de piel tipo bandolera- y una bufanda para combatir las bajas temperaturas de la capital.