El pasado siempre vuelve. O eso podríamos decir si hablamos de Victoria Federica, que en la última semana se ha convertido en protagonista de la crónica rosa por su vida sentimental tras sus encuentros con dos chicos con los que fue relacionada hace un tiempo.
Por un lado el barcelonés Álex Recort, con el que se rumoreó que tenía algo más que una amistad en el verano de 2022 y con el que hace unos días disfrutó de una cena a solas en las que se mostraron de lo más cercanos y cómplices, como publicó en su portada la revista ‘Diez minutos’.
Y por el otro el piloto de motociclismo Albert Arenas, con el que se dejó ver en varias ocasiones la pasada primavera y al que este fin de semana no dudó en apoyar en el circuito de Cheste, protagonizando un llamativo reencuentro justo después de salir a la luz la incipiente relación que estaría comenzando con Álex Recort. ¿Está jugando Victoria a dos bandas como se ha especulado en diferentes medios de comunicación?
Ajena a las informaciones que circulan sobre su vida amorosa, la influencer ha reaparecido por todo lo alto amadrinando la inauguración de la nueva tienda de la marca de relojes suizos Hublot en Barcelona. Acompañada por su padre, Jaime de Marichalar -que prefirió mantenerse en un discreto segundo plano y no se acercó en ningún momento a su hija- y derrochando cercanía y risas con el resto de los invitados, entre los que se encontraban Pelayo Díaz o el exfutbolista David Villa, la sobrina de Felipe VI demostró que tiene cada vez más tablas a la hora de posar en un photocall y se ‘comió’ a las cámaras con su sonrisa y su magnética mirada.
Espectacular con una coleta alta y un sofisticado total look negro, Victoria se mostró encantada de estar en la ciudad condal, pero prefirió dejar en el aire si aprovechará su estancia en Barcelona para ver a Álex Recort o a Albert Arenas, ambos catalanes, e hizo oídos sordos a las preguntas sobre su vida sentimental.