Kate Middleton se ha convertido, en pocos años, en el icono de la realeza y de la renovación del estilo de la monarquía. Pero hay que reconocer que, desde el día de su boda, hay detrás ella una sombra que es difícil quitarse de encima: su propia hermana.
Desde entonces, han pasado varios años, y Pippa ha ido desapareciendo del campo mediático. Pero cada vez que ha hecho una aparición, todas las cámaras han ido a ella. Las comparaciones son odiosas, pero siempre han ocurrido: todo el mundo quiere ver quién viste mejor, quien sonríe más, quién es más simpática.
El hecho de que Pippa se haya comprometido con James Matthews no ha ayudado en nada, ya que gracias a eso, está ocupando más y más páginas de las revistas de sociedad. Lo que enfada a su hermana es que al parecer, Pippa está haciendo todo lo posible para aprovechar su conexión con la Familia Real Británica, y así conseguir una boda mucho más mediática.
Hechos como que quiera que sus sobrinos, los príncipes George y Charlotte, sean elegidos como paje y dama de honor, puede deberse a querer tener una boda de la que todo el mundo hable en años. No solo eso, sino que también ha salido a debate el tema del anillo de compromiso. Todo el mundo estaba encantado con el de Kate, una joya valorada en 50.000 euros que perteneció a Lady Di. El de Pippa es mucho más caro, ya que es una sortija valorada en 235.000 euros.
Que los príncipes George y Charlotte, sean elegidos como paje y dama de honor, puede deberse a querer tener una boda mucho más mediática
Todos estos actos están irritando a la Duquesa de Cambridge, que cree que Pippa está teniendo una vida bastante fácil a su costa. Es decir, se lleva las ventajas de pertenecer o estar conectada a la Familia Real, sin tener las obligaciones que conlleva. Es por eso que según dice la prensa, Kate Middleton está pensando en no llevar a Pippa a ningún acto oficial ni a ninguna celebración oficial más.
No solo eso, sino que existe cierto miedo a toda la información que Pippa podría filtrar, desde que trabaja como escritora en algunas revistas británicas. ¿Es justificable el miedo y el enfado de Kate Middleton?