En una nube y viviendo un sueño que parece no tener fin. Así está Tamara Falcó desde el pasado 8 de julio, cuando le dio el ‘si quiero’ a Íñigo Onieva en el Palacio El Rincón. Desde entonces la enamorada pareja no se ha separado en ningún momento y, como una especie de Princesa Romy y Willy Fog modernos, están dando su propia vuelta al mundo en 80 días.
Después de su interminable y lujosa luna de miel, en la que visitaron entre otros lugares Sudáfrica, Bora Bora o Haití, los recién casados han visitado tantos destinos que ya hemos perdido la cuenta: París, Roma, Copenhague, la Costa Amalfitana… y este fin de semana, y coincidiendo con el 42º cumpleaños de la marquesa de Griñón, han estado en Gran Bretaña.
Un viaje muy especial en el que han exprimido el tiempo al máximo, disfrutando de un plan exclusivo con algunos de sus amigos más cercanos, antes de poner rumbo a la campiña inglesa para poner el broche de oro a esta celebración anticipada de cumpleaños con unos días solo para dos en una mansión tradicional en la costa de Devon.
Han sido los propios Íñigo y Tamara los que han revelado todos los detalles de esta escapada inolvidable que comenzaba este viernes. La pareja, con algunos de sus íntimos -como Luisa Bergel, Christian Flórez o la hermana del ingeniero, Alejandra Onieva- cenaban en el exclusivo local 5 Hertford Street, al que son asiduos algunas celebrities como Leonardo Dicaprio o Harry Styles. ¡No apto para cualquier bolsillo!
A pesar de que todavía quedaban 3 días para el cumpleaños de la hija de Isabel Preysler, su marido la sorprendía con un pastel con una vela que, encantada y sin dejar de reírse, soplaba mientras sus amigos le cantaban el ‘happy birthday to you’. Una celebración que continuaba con paseo por los lugares más turísticos de Londres, como Covent Garden o Piccadilly Circus, ya ambientados de Navidad, antes de decir adiós a su pandilla.
Y es que la sorpresa de Íñigo a su mujer continuaba con una estancia solo para dos en la campiña inglesa, donde se han alojado en una casa de piedra de ensueño con un gran jardín donde han disfrutado de instantes que, como ha confesado Tamara, se quedarán para siempre grabados en su memoria.
Románticos paseos por un bosque otoñal de cuento -donde la marquesa no ha dudado en protagonizar un posado apoyada en un árbol-, momentos relajados leyendo, saboreando un té y degustando un sandwich en el interior del precioso lugar en el que se han alojado, y paseos por la costa de Devon en los que han sentido la brisa del mar Céltico antes de ser sorprendidos por un rebaño de ovejas con la lana teñida de colores.
Un viaje que ha llegado al corazón de Tamara, que ha compartido un carrusel de imágenes del mismo en sus redes sociales para agradecer a Íñigo este «fin de semana perfecto antes de mi cumpleaños».