Una semana después de su viaje de Estado a Dinamarca, que se ha visto eclipsado por las polémicas imágenes del Príncipe Federico con Genoveva Casanova en Madrid, los Reyes Felipe y Letizia han retomado su agenda oficial inaugurando juntos la exposición ‘Picasso 1906. La gran transformación’ en el Museo Reina Sofía con motivo de la conmemoración del 50º aniversario de la muerte del pintor.
Una vuelta al trabajo que se produce tras la sorpresa que su Majestad dio a su gran amiga Sonsoles Ónega este sábado asistiendo a la firma de su libro ‘Las hijas de la criada’ -con el que la presentadora ha ganado el premio Planeta 2023- y haciendo cola durante varios minutos para que la autora le dedicase su novela.
Y si en esta inesperada aparición Doña Letizia impactó presumiendo de su lado más cañero, informal y moderno con una cazadora de cuero en color rosa chicle -uno de los colores de la temporada-, en su primer compromiso institucional de esta semana ha optado por un look ‘working’ con un traje sastre en un vibrante rojo pasión con el que nos ha vuelto a conquistar en clave ejecutiva.
Un dos piezas con blazer entallada y pantalón de corte recto en el que siempre hemos considerado su color fetiche -aunque en los últimos años han ganado enteros en su vestidor otros tonos como el verde o el rosa- de Carolina Herrera que estrenó el pasado marzo y al que hoy ha dado una segunda vida combinándolo con un top satinado y unos zapatos de tacón cuadrado en un rosa pálido.
Una jornada de trabajo que no ha terminado en el Museo Nacional Reina Sofía, puesto que después de inaugurar la exposición sobre Picasso junto al Rey Felipe, Doña Letizia ha presidido en solitario la XXI de los Premios Internacionales de Periodismo ‘El Mundo’ en el Museo del Prado.