Lara Dibildos se sincera tras la detención de su exnovio

No están siendo momentos fáciles para Lara Dibildos. Aunque su relación con Cándido Conde-Pumpido terminó hace tres semanas, la detención del hijo del presidente del Tribunal Constitucional por presunta agresión sexual a una joven brasileña ha puesto a la actriz en el punto de mira, ya que según la supuesta víctima su ‘affaire’ con el abogado empezó el pasado 19, solo dos días después de su ruptura con la hija de Laura Valenzuela.

Este lunes Lara ponía tierra de por medio y se marchaba con Carmen Morales a Palma de Mallorca para rodar su nuevo proyecto cinematográfico, un corto con el que estaba muy ilusionado y en el que ahora está completamente volcada, intentando desmarcarse de los problemas judiciales del hombre que ocupó su corazón los últimos seis meses y con el que rompió por problemas en la convivencia.

Siempre amable con la prensa, la actriz evitaba pronunciarse sobre la detención de Cándido, dejando en el aire cómo se ha tomado la noticia, si ha podido hablar con él o si confía en la inocencia del abogado, que ya ha anunciado que va a interponer medidas legales contra la mujer que le acusa de violación por denuncia falsa.

Sin embargo, Lara sí ha hablado con Carmen Borrego, como la hija de María Teresa Campos ha revelado este martes en ‘Vamos a ver’, y ha dejado una cosa clara: No es un asunto que le haga gracia o que le guste, pero quiere desvincularse «absolutamente» de todo lo relativo a Cándido, con el que no ha hablado y con el que no tiene ningún tipo de contacto desde su ruptura.

«Ha acabado con esta persona y no tiene nada que ver con ella» ha deslizado la colaboradora, dejando entrever que la actriz no quiere saber nada de su exnovio, ya que la ruptura está demasiado reciente -su convivencia resultó del todo menos sencilla- y las heridas todavía tienen que cicatrizar.

Una convivencia complicada que habría provocado su ruptura y que, como han contado en el programa, tendría que ver por el bache que atraviesa Cándido, que preocuparía a su entorno porque no atraviesa un buen momento por motivos que por el momento no han trascendido.