Iñigo Onieva está pasando por uno de los momentos más difíciles en cuanto a su ámbito profesional se refiere, y es que, unos meses antes de pasar por el altar con Tamara Falcó fue despedido de varios trabajos en los que se dedicaba en la conocida discoteca Lula y del restaurante italiano ‘Totó’, algo que el propio Iñigo Onieva no se esperaba que fuera a sucederle debido a que llevaba varios años gestionando estos establecimientos y que según se cuenta el motivo de este despedido es que al cambiarle el puesto él pidió un cambio en su sueldo que era demasiado alto.
Una situación que Iñigo Onieva tuvo que enfrentarse a pocos meses de su boda y que por el momento parece que no ha encontrado otro trabajo aunque por lo que se conoce él quiere volver a la vida laboral a la que estaba acostumbrado, pero por el momento no se conoce que haya encontrado algún proyecto que le interese o que alguna empresa haya pensado en incluirle en su plantilla de trabajo.
Aunque Iñigo Onieva estudió ingeniería industrial en la universidad Nebrija y durante unos años ha estado trabajando en este sector, hace un tiempo dejó su puesto en la empresa en la que se encontraba trabajando, para dedicarse al sector del ocio y de la hostelería, sobre todo al mundo de las discotecas que es algo que se ha visto que le gusta y que se quiere dedicar a día de hoy.
Pero desde hace meses sus proyectos profesionales parecen fallarle ye s que sigue sin encontrar trabajo, aunque se ha comentado mucho que para el año que viene Iñigo Onieva y Tamara Falcó tendrían en mente un proyecto en el que ambos estarían involucrados e incluso que se haría en el palacio El Rincón, herencia del marqués de Griñón a su hija pequeña Tamara Falcó.
Iñigo Onieva intenta probar suerte en el ‘Café Guijón’
Iñigo Onieva intentó probar suerte en un proyecto profesional en el que quería fijarse en el conocido ‘Café Guijón’. Un proyceto con el que rpetendía volver a situar en el mapa el míico establecimiento pero además proyectarlo al mundo de la noche, que es el tema al que más se ha dedicado él en los últimos tiempos, pero este movimiento de el también despertó mcuha polémica en su momento.
Y es que, se pensó que había sido en un principio el propio establecimiento quien había contado con sus servicios para este nueva ‘lavado de cara’ del establecimiento pero más tarde se encontró que en realidad el local no había tenido nada que ver y que en realidad, era un proyecto empresarial de él y que se encontraba en la búsqueda de indivisiones que creyeran en su proyecto y sobre todo que pusieran el dinero para poder llevarlo a cabo.
Un posible puesto de trabajo o intenciones de proyecto que fue le propio establecimiento quien salió a aclararle a los medios que ellos no tenían nada que ver con Iñigo Onieva y que tampoco tenían alguna intención de trabajar de manera conjunta, es más llegaron a expresar que las únicas veces que Iñigo Onieva había ido al establecimiento era como cliente y no con aspiraciones profesionales.
Por este motivo ahora mismo Iñigo Onieva no tienen ningún trabajo en la actualidad y que una de sus fuentes de ingresos que se conozca que va a tener tiene que ver con el piso de soltero, que a día de hoy sigue teniendo y que no se ha desentendido de este. Y es que, ahora que se va a mudar junto a Tamara Falcó a un ático en la urbanización Puerta de Hierro, que compró la marquesa de Griñón y que ella compró en el año 2020.
Iñigo Onieva y su tirante relación con Isabel Preysler
Iñigo Onieva y la madre de su mujer, Isabel Preysler, no tendrían una relación perfecta algo que ya vendría desde hace tiempo pero que en los últimos tiempos se ha debido acentuar y que sobre todo la boda marcó un antes y un después en esta relación entre Iñigo Onieva e Isabel Preysler.
Y es que, el día de la boda de Tamara Falcó, Iñigo Onieva hizo un discurso delante de todos sus invitados donde él mismo hablaba de la traición que había hecho a Tamara Falcó tras haber sido infiel a los pocos meses de salir la noticia de su compromiso. Y es que, Isabel Preysler consideró que ese era el lugar menos indicado para hablar o comentar cualquier cosa sobre este tema. Pero este no fue el único punto que no le gustó a la madre de la marquesa de Griñón.
Otro de los puntos de inflexión de este discurso y que tampoco gustó nada a Isabel Preysler fue que se refiriese a ella como ‘Isa’, un apelativo cariño bastante chocante ya que a la madre de Tamara Falcó nadie se refiere a ella con ese diminutivo, ni sus propios hijos o amigos cercanos a ella y que a ella no le gustó nada.