Ya han pasado varios meses después de su boda, pero Kiko Hernández, de 46 años, y Fran Antón, de 42 años, siguen en el limbo. El ex colaborador de Sálvame y el actor acaban de regresar a Madrid tras una breve pero gratificante escapada por Grecia, donde han disfrutado al máximo.
Ahora, ha llegado el momento de volver al trabajo y a la rutina, pero, en el caso del ex gran hermano, ¿cuáles son sus planes profesionales tras el fin del programa que tantas alegrías ha dado a Mediaset?
1El futuro profesional de la pareja
Ha sido el propio Hernández quien ha dado la noticia, a través de sus stories de Instagram, que volvía a su programa ‘Mejor llama a Kiko’. Pero, también, juntos han regresado a su trabajo como productores de la obra de teatro. “Ya en el camerino… esta noche toca teatro”, comentaba el comunicador mediante sus perfiles de redes sociales, donde mencionaba al musical de ‘El fantasma de la ópera’.
La verdad es que han sido unos meses muy difíciles para Kiko Hernández y Fran Antón. Era a principios de este verano cuando el ex amigo de Jorge Javier Vázquez le declaraba su profundo amor a su pareja, desde el mismo plató del ya extinto Sálvame. Esto ocurría tras varios meses de especulaciones y una gran cantidad de imágenes de los dos donde su complicidad y alegría eran patentes.
El pasado mes de septiembre es cuando se celebró el esperado, que como no podía ser menos tuvo una gran dosis polémica. La boda se materializó en Melilla, la ciudad natal de Fran, y, también, un lugar al que Kiko Hernández tiene mucho cariño.
Hasta allí acudieron grandes amigos y amigas como sus ex compañeras de programa con Marta López, Pilar Vidal o Lydia Lozano. Pero, eso sí, también con muchas ausencias, como la del presentador de Sálvame, Jorge Javier Vázquez, o su director, David Valldeperas. Tampoco fueron ni Belén Esteban ni la Borrego, hija de la recientemente fallecida María Teresa Campos.
Al enlace, en total, fueron hasta más de 400 invitados dispuestos a celebrar el amor. La mayoría destacaron que fue muy romántico y emotivo todo. Marta López dijo en ‘Fiesta’ que no pudo dejar de llorar en ningún instante de la ceremonia nupcial.
Destacó como uno de los momentos más inolvidables de la boda cuando el abuelo de Kiko se subió hasta el ‘altar’ para abrazar calurosamente a su nieto. También, cuando las dos niñas adoptivas de Kiko, Abril y Jimena, cantaron el tema principal de ‘La bella y la bestia’ junto a otros niños, a coro.
Y, desde luego tampoco pudo faltar el recuerdo a su gran amiga, la polémica Mila Ximénez. Para ello, Fran y Kiko regalaron una vela a todos sus invitados para que la encendieran y pudieran recordarla. Un homenaje a la ex de Manolo Santana que solo podía preparar un amigo tan fiel como Kiko Hernández.
Por otro lado, la enamorada pareja regaló a esos 400 invitados una pulsera grabada, donde se podía leer una frase preciosa: ‘si volvieras a nacer, tú serías’, en referencia directa a su propia relación.
Tal y como los mismos protagonistas han aclarado públicamente, tras el enlace no pudieron disfrutar de su merecida luna de miel. La razón, trabajo y más trabajo. Ambos tenían que cumplir con los distintos compromisos profesionales que ya estaban cerrados para justo después de la romántica boda. Por ello, a comienzos de este mes, Antón y Hernández hicieron una breve escapada hasta Santorini, Grecia, para disfrutar por fin de su amor lejos de periodistas y fotógrafos. Y así lo compartieron públicamente en sus correspondientes perfiles de Instagram. “#love #vacaciones #family’ anunciaban en las redes sociales con unas románticas imágenes.
Eso sí, antes de poner rumbo al país Heleno, el amigo de Belén Esteban y el actor pasaron varios días en Zaragoza, donde no dudaron en visitar la ofrenda floral a la Virgen de Pilar, en honor a la Virgen de la Hispanidad, esta vez acompañados por las hijas de Kiko. Tanto Abril como Jimena se han convertido en lo más importante para Kiko y Fran, a quien las niñas tienen mucho cariño.
Por ello, la pareja de recién casados han comentado en alguna ocasión que una de sus grandes ilusiones es hacer más grande la familia, y ya mismo Quieren que pase en cuestión solo de meses. Ahora es posible porque ya todos viven juntos.
Kiko como sus dos hijas menores han tomado la importante decisión de mudarse a Melilla, donde el contertulio de televisión ha adquirido un impresionante ático que cuenta con una generosa piscina, gimnasio y un confortable parque infantil para las niñas.