Demostrando una vez más su apoyo incondicional a la tauromaquia, la Infanta Elena ha celebrado el día de la Hispanidad alejada de su familia y en la plaza de toros de Las Ventas. Ausente en los actos del 12 de octubre presididos por los Reyes Felipe y Letizia, y la Princesa Leonor -que se ha convertido en la gran protagonista tanto en el desfile militar como en el tradicional besamanos en el Palacio Real- la hija del Rey Juan Carlos ha preferido disfrutar de la jornada asistiendo a la corrida de Alejandro Talavante, El Cid e Isaac Fonseca en el coso madrileño.
Siempre elegante, Doña Elena ha lucido una blazer roja -un guiño a nuestra bandera- combinada con camiseta de algodón blanca, borsalino en el mismo color y bolso de mano de mimbre, acaparando todas las miradas a su llegada a la plaza acompañada por su gran amiga Rita Allende Salazar.
Muy discreta, la duquesa de Lugo ha evitado pronunciarse sobre el destacado papel de su sobrina Leonor en el desfile de las Fuerzas Armadas, al que ha regresado después de dos años de ausencia -por encontrarse en Gales estudiando el Bachillerato Internacional- y en el que, con el uniforme de gala del Ejército de Tierra, ha dado una lección de aplomo y profesionalidad demostrando su preparación para suceder el día de mañana a Don Felipe en el trono.
Una postura muy diferente a la de su hija Victoria Federica, que no ha dudado en publicar en redes sociales una imagen de la Princesa Leonor durante el desfile, presumiendo orgullosa de su prima en un día especialmente señalado para la heredera.
Un orgullo que comparte con la Infanta Elena, que, sin embargo, ha preferido no hacer ningún comentario sobre la Princesa de Asturias, evitando revelar cómo ha visto a su sobrina y qué le parece el peso institucional que está adquiriendo a punto de cumplir la mayoría de edad.
A pesar de su silencio, la hermana de Felipe VI ha dejado ver su lado más relajado durante la corrida, en la que el diestro mexicano Isaac Fonseca le brindó un toro que ella agradeció con la mejor de sus sonrisas.