Enamorada de Andalucía, y de un andaluz -ya que su marido, Juan Muñoz, es sevillano- Ana Rosa Quintana ha recibido el Premio Flamenco en la Piel por su compromiso especial con el flamenco en la gala inaugural de SIMOF Madrid.
Un reconocimiento muy especial que la presentadora ha recogido con la mejor de sus sonrisas tras cumplir con su cita diaria con ‘TardeAR’, que poco a poco se consolida en las tardes de Mediaset y con el que está protagonizando un apasionante duelo con Sonsoles Ónega y su ‘Y ahora Sonsoles’ por convertirse en líder de audiencia.
Como nos cuenta, el balance a punto de cumplirse un mes del estreno de su programa, es bueno a pesar de que no todo esté siendo de color de rosa: «Estoy adaptándome y poquito a poco. Ya hasta adaptándome en los horarios, te cambia todo» confiesa.
«Las tardes son complicadas, hay cinco magazines a la misma hora, ahora cuatro, y hay que hacerse un huequito» reconoce, asegurando que a pesar de este ‘handicap’ «estoy contenta«. «Me gusta mucho el programa, me gusta mucho lo que hemos hecho* y hay que pedir que la gente lo vaya conociendo poco a poco» añade.
Un año después de volver a televisión tras superar el cáncer de mama que le fue diagnosticado en noviembre de 2021, Ana Rosa se encuentra «fenomenal» y, como desvela, «me acabo de hacer pruebas y todo está bien gracias a Dios». «Cuando trabajas en algo que te gusta también es muy sanador. Yo lo disfruto y también es importante» destaca.
A poco más de 48 horas de la boda de Isa Pantoja y Asraf, la presentadora confirma que es la última baja de una celebración repleta de ausencias: «Siento que no puedo ir a la boda. Quien se casa en mitad de un puente* claro. La gente tenemos familia, hay que organizarse» justifica.
«Lo que es imperdonable es que no vayan Isabel Pantoja y Kiko Rivera. La familia, pase lo que pase, hay que estar en los momentos importantes, pase lo que pase hay que reencontrase y olvidar» concluye.