Una de las mayores delicias de vivir en Madrid pasa por la posibilidad de explorar un sinfín de pequeños pueblos y rincones encantadores de la región. Ajalvir, Algete o Paracuellos de Jarama son algunos de los pueblos madrileños más hermosos, pero hoy vamos a centrarnos en todo lo que puedes descubrir en el recóndito Daganzo de Arriba.
Situado al Este de la capital de España, Daganzo de Arriba es un pueblo de origen romano que, según algunos indicios, podría haber tenido incluso orígenes celtas. Se trata de un lugar que no solo es perfecto para respirar aire puro y relajarse caminando sobre el verde, sino que además cuenta con una historia milenaria que bien merece la pena explorar.
Este pueblo es un lugar muy hermoso para vivir si buscas algo de paz y una fuerte conexión con la naturaleza en la Comunidad de Madrid. Mira aquí sus diferentes alquileres, y verás cómo no solo es un pueblo encantador, sino que además es bastante económico. Por el mismo precio que en Madrid te permitiría tener un pequeño apartamento, en Daganzo de Arriba puedes disfrutar de una preciosa casa rural. ¡Por eso es ideal para los nómadas digitales!
Iglesia de la Asunción
Lo primero que te llamará la atención nada más llegar a este pueblo es la Iglesia de la Asunción, que, como las iglesias de muchos pueblos de la zona, está construida con un precioso estilo mudéjar. Se cree que fue construida en el siglo XIV, aunque puede que algunas partes de su estructura sean anteriores.
La iglesia se conserva de forma excelente a pesar de su antigüedad, y, gracias a la altura de su torre, puede decirse que corona el pueblo. Definitivamente esta construcción es la más emblemática de Daganzo de Arriba, y por eso se encuentra en un lugar central, en la plaza de la villa, justo frente al Ayuntamiento.
Ermita de Nuestra Señora del Espino
Algo menos majestuosa, pero más entrañable si cabe, es la Ermita de Nuestra Señora del Espino. Esta pequeña ermita está en las afueras de Daganzo de Arriba, y originalmente operó como la iglesia de un poblado conocido como El Almazanejo. Este pequeño pueblo quedó abandonado durante el siglo XVI, con lo que la iglesia pasó a depender de Daganzo de Arriba, y, debido a su ubicación alejada, quedó reconvertida en ermita.
Su estado estaba muy deteriorado a finales del siglo pasado, pero la gente de Daganzo de Arriba decidió ponerse manos a la obra para reconstruirla. Por eso en la actualidad luce casi como si fuera nueva, conservando su antiguo esplendor, y permitiendo a los Daganceños organizar romerías y procesiones en honor de su virgen.
El talento literario de Cervantes
Miguel de Cervantes no nació ni vivió en Daganzo de Arriba, pero sí que forma parte ineludible de su historia gracias a uno de sus populares entremeses: ‘La elección de los Alcaldes de Daganzo’. Esta divertida obra corta sigue teniendo una extraordinaria relevancia artística a día de hoy, y ha permitido a Daganzo de Arriba quedar inmortalizado en las páginas de uno de los grandes genios de la literatura universal.
Sin embargo, sigue existiendo el debate de si Cervantes se habría inspirado en Daganzo de Arriba o en Daganzo de Abajo para escribir este texto. Los Daganceños suelen explicar que, en aquel entonces, Daganzo de Abajo se llamaba ‘Daganzuelo’, mientras que Daganzo de Arriba se llamaba, a secas, ‘Daganzo’, así que lo más probable es que fuese este pueblo el que eligiera Cervantes para escribir esta pequeña y divertida obrita.
Un pueblo con mucha tradición
Hay multitud de tradiciones artesanales y rurales que se han mantenido casi intactas en Daganzo de Arriba con el paso de los siglos. Un buen ejemplo es la caza de la liebre, que se practica con galgos en los campos que rodean al pueblo. De hecho, los galgos de Daganzo son uno de los grandes motivos de orgullo de este pueblo, ya que nada menos que cinco de ellos han logrado ser campeones de España.
Otra tradición muy popular en Daganzo siempre ha sido la ‘matanza del cochino’, o la ‘matanza del cerdo’. Esta tradición también está presente en muchos otros pueblos de España, y suele reunir a los habitantes del pueblo para sacrificar varios cerdos y fabricar embutidos. En los últimos años, sin embargo, esta tradición ha ido diluyéndose.
Los orígenes visigodos de Daganzo de Arriba
Daganzo de Arriba siempre ha podido presumir de su larga historia, que recientemente ha visto cómo nuevos descubrimientos añadían varias páginas a su extenso recorrido. Varias excavaciones realizadas en el pueblo permitieron localizar treinta y cinco sepulturas visigodas, algunas de ellas conformando panteones. Se estima que datan del siglo VI.
Gracias a este descubrimiento –cuyos hallazgos se pueden encontrar en el Museo Arqueológico Nacional–, ha quedado demostrada la enorme antigüedad de este asentamiento. Entre los artefactos hallados en las sepulturas se encuentran numerosas vasijas, espadas, cuchillos, clavos, objetos de aseo, e incluso tijeras. ¡No está nada mal para un antiguo pueblo visigodo!