Más allá de la necesidad básica: La filosofía de VivelaVita para una Vida Sexual Plena

Vida sexual

En 1943, el psicólogo Abraham Maslow desarrolló el artículo “A theory of Human Motivation”, dónde analizaba las necesidades y la motivación humana. Para ello construyó una pirámide de 5 estratos, desde los más básicos y fundamentales, a los más altos y sofisticados, fruto de nuestro desarrollo intelectual. A día de hoy esta pirámide se considera un marco fundamental en la psicología.

En la base de la pirámide encontramos las necesidades fisiológicas del ser humano: respirar, alimentarse, descansar, sexo y homeostasis.

Algunas de estas necesidades, con el tiempo, el ser humano ha ido evolucionándolas, haciéndolas más interesantes y sofisticadas, como por el ejemplo la alimentación.

Hasta el siglo XV aproximadamente, la alimentación en Europa se limitaba a comer lo que se encontraba, lo que estaba disponible, sin apenas elaboración, más que cocinarlo al fuego. Fue tras el descubrimiento de América cuando comenzamos a incorporar especias, tomates, patatas, y comenzamos a profundizar en platos más elaborados, más satisfactorios para los sentidos.

Así, llegamos al momento actual donde la alimentación es ya toda una cultura en sí misma. Restaurantes por todas partes, perfectamente ambientados, diseñados para crear experiencias únicas en sus visitantes, con platos incluso elaborados mediante nitrógeno líquido.

El ser humano necesita alimentarse para sobrevivir, y eso lo hacíamos comiendo arroz blanco sin más. Pero el desarrollo intelectual nos ha permitido cubrir esa necesidad aportando placer, elevándola en muchos casos a una experiencia de por sí, cambiando el arroz blanco por sofisticados risottos y acompañándolos a menudo con una buena copa de vino.

Recordáis que según Maslow existen 5 necesidades básicas, ¿verdad? Una de ellas es el sexo, obviamente sin la reproducción no existiríamos como especie. Es algo fundamental y necesario tanto para nuestra existencia física como para nuestra estabilidad emocional, pero sin duda es un aspecto infinitamente menos evolucionado que la alimentación.

La falta de educación, los tabúes, los complejos creados socialmente alrededor de este tema y las discriminaciones han provocado que esta necesidad fundamental se quede estancada en el tiempo, en su forma más básica, sin añadirle especias, patatas y tomates.

Es cierto que en el mercado podemos encontrar juguetes y cosméticos íntimos, pero de la misma forma que podemos encontrar comida precocinada en el supermercado. Comer paella solo en casa, por muy rica que esté, no lo convierte en una experiencia placentera, plena, para eso hace falta un lugar acogedor, música, las luces correctas, una copa de vino, una charla distendida con compañeros.

Aún queda mucho camino por recorrer en el mundo de la salud sexual, mucho que enseñar, mucho que aprender, mucho que aceptar, respetar y asimilar. Y con este propósito nace VivelaVita.

En VivelaVita comprenden que un juguete erótico puede resolver nuestras necesidades más básicas, pero nunca será una experiencia completa. Para ello trabajan en un modelo de negocio dónde el juego y la diversión no se limite a 5, 10 o 20 minutos. Quieren guiar a las personas a conocerse, ofrecerle herramientas y conocimientos que les permitan evolucionar en su parcela más íntima.

Quieren transformar lo rutinario en auténticas experiencias únicas, con formación, consejos, ofreciendo una nueva filosofía de vida, llena de libertad, aventuras y satisfacción. Es una marca que conecta con todas aquellas personas que desean algo más, que son curiosas, que no tienen miedo a experimentar.

Así como hemos desarrollado nuestra cultura gastronómica haciéndola más sofisticada y placentera, VivelaVita trabaja para enriquecer nuestra vida sexual, añadir pasión, que aprendamos a disfrutar todo el camino y no solo el final, para trasformar lo sencillo en extraordinario.