Día marcado en rojo en el calendario de la Reina Letizia, que este jueves ha vuelto al trabajo tras un final de verano marcado por la ‘marcha’ de sus hijas de casa. El pasado 17 de agosto era la Princesa Leonor la que ingresaba en la Academia Militar General de Zaragoza para comenzar su instrucción militar, y apenas dos semanas después, el 29 de agosto, era la Infanta Sofía la que, siguiendo los pasos de su hermana, ponía rumbo a Gales para empezar sus estudios de Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College.
Adaptándose con una sonrisa a esta nueva situación en la que por primera vez el Rey Felipe y ella se han quedado solos en el Palacio de la Zarzuela, Doña Letizia ha retomado su agenda oficial presidiendo la entrega de Premios Unicef España, organización de la que es presidenta de honor y con la que está especialmente comprometida.
Una esperada reaparición para la que ha elegido un look working ideal para estos últimos coletazos de verano, con un traje sastre en rosa pastel -color que sigue ganando peso en su vestidor- de Hugo Boss. Una elección tan inesperada como favorecedora que ha combinado con blusa blanca de seda de la misma firma, y unos zapatos muy especiales, el modelo ‘Carrie’ de Isabel Abdo; unos salones destalonados en color nude con una hebilla cuadrada en la parte delantera creados en honor al personaje de Sarah Jessica Parker en ‘Sexo en Nueva York’, Carrie Bradshow.
Una entrega de premios que tampoco se ha querido perder Sara Carbonero, embajadora de Unicef, convirtiéndose en la otra gran protagonista del evento por su encuentro con la Reina Letizia. A pesar de que no hemos podido verlas juntas, ha sido inevitable que todas las miradas fuesen de la una a la otra, ya que ambas encabezan el top 10 de las mujeres más elegantes de nuestro país.
Y si su Majestad ha enamorado con un traje de chaqueta rosa, la periodista ha apostado por su lado más dulce presumiendo de bronceado con un ajustado vestido color camel de manga larga, con escote en uve y aberturas laterales en la falda que, a pesar de ser largo, dejaba a la vista unas sandalias de tacón transparentes, de máxima tendencia.
Un inesperado duelo de estilo en el que tanto Doña Letizia como Sara Carbonero, fieles a sus respectivos estilos, han brillado con luz propia y nos han dado una nueva lección de elegancia.