Después de varios meses alejada de los focos, Olga Moreno reaparece y rompe su silencio a golpe de exclusiva en la revista Semana. Una entrevista en la que, reconociendo que echa de menos la televisión, habla del gran momento personal que atraviesa al lado de Agustín Etienne -con el que celebrará su primer aniversario de amor en solo unos días- y lanza un demoledor dardo contra Antonio David Flores, con el que confirma que ya ha iniciado los trámites de divorcio: «Ya puedo decir que estoy con un hombre que me respeta, me da mi sitio y me hace feliz».
Unas declaraciones que ponen en el disparadero a su exmarido y a las que no ha tardado en reaccionar Marta Riesco, última pareja del ex guardia civil: «La verdad es que no sé cuántas portadas lleva ya. Cinco, me parece. Es a lo que se dedica. Hace bien, la verdad, hace bien. Ganando dinero y hablando de su vida, yo creo que hace fenomenal, la verdad» apunta.
Sobre sus declaraciones confesando que ha encontrado en Agustín a un hombre que la respeta y le da su sitio, la reportera asegura que se alegra «muchísimo». «Ojalá todas encontremos un hombre que nos de nuestro sitio y que nos respete, la verdad es que sí. Qué bien verla tan feliz, oye» exclama, reconociendo que «a mí me encantaría que me hubiesen dado también mi sitio, la verdad».
Sin embargo, Marta asegura que sus «circunstancias» y las de Olga fueron «totalmente diferentes». «Pero mira, de este triángulo que se formó, ella está súper feliz y está genial porque cuando yo estaba trabajando, ella estaba súper mal. Ahora verla tan feliz, me pone muy, muy contenta» ironiza, ya que no duda en admitir que el paso del tiempo no ha hecho quela ex de Antonio David le caiga mejor: «No me cae bien, pero me hace gracia que siempre han hablado de que yo, ‘Supervivientes’, ‘Gran Hermano Vip’, portada, portada, portada… Cuando he dicho a todas las entrevistas y realities no, y aún así, siguen diciendo que yo soy la que hablo y que la otra persona que está callada. Me resulta irónico que la gente diga eso cuando esta mujer ya no le falta por hacer nada. Bueno, lo mismo va a Gran Hermano Vip este año y le quitan a ella el veto» afirma.
Sobre Antonio David y sus recientes declaraciones asegurando que no quiere saber nada de mujeres, la reportera cree que lo ha dicho porque «es complicado que encuentre una que le haya querido como yo y que haya apostado tanto por amor. Todo lo que venga detrás de mí con él, seguramente le parezca una miseria. Para eso, es mejor estar solo».
Aunque su relación no terminó de la mejor manera posible, Marta confiesa que no se arrepiente de haberlo dado todo por él: «He tomado pésimas decisiones, pero no me arrepiento porque todo es un aprendizaje y al final, la persona que soy ahora es también por todo lo que he perdido por el camino y yo, al contrario que él, no me arrepiento de nada».
Echando la vista atrás, la periodista -que deja entrever que tiene ofertas para regresar a televisión- afirma que no se ha sentido utilizada por Antonio David y prefiere quedarse con los momentos bonitos que vivió a su lado: «Él no se ha comportado como un hombre, no sacó la cara por mí en el peor momento de mi vida, pero es la persona que más he amado en mi vida y creo que nunca me enamoraré de esa manera a pesar de todo lo que me ha ocurrido, por desgracia. Pero lo intentaré».
La cara de Marta cambia cuando le preguntamos por Rocío Flores, de la que no tiene nada positivo que decir porque, como reconoce, cree que ha sido un gran obstáculo en su relación. «Que le vaya todo bien, me hizo muchísimo daño, pero lo mismo que yo le importo a ella, me importa ella a mí: nada. Como diría Luz Casal ‘y no me importas nada'» sentencia.
Hace unos días, la influencer revelaba en redes sociales su ‘coqueteo’ con un atractivo turco en Marbella. ¿Ha vuelto a saber algo de él? Como confiesa con una sonrisa, «no me ha vuelto a llamar, creo que se ha acojonado. Cuando me conoció, dijo ‘una chica rubia de aquí de Marbella’ y creo que en un principio me dijo que compartiera su perfil, su imagen y todo esto pero yo creo que le ha dado un poco de susto, aunque sigue diciéndome que me vaya con él a Estambul».
«Tengo ganas de enamorarme. Me apetece. Nadie se merece que yo ya no me enamore por su culpa» concluye.