Delicados momentos para Luis Medina. A principios de junio conocíamos la noticia de que el hijo de Naty Abascal, acusado de un delito de estafa y otro de falsedad documental por la venta de material sanitario -mascarillas, test Covid-19 y guantes- al Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia, se enfrenta a una pena de 9 años de cárcel por embolsarse presuntamente 1 millón de euros en comisiones. No es el único problema para el empresario, ya que continúa en la lista de morosos de Hacienda, acumulando una deuda con el fisco de 651.963 euros.
Ajena a la complicada tesitura de Luis a pocos días de comenzar su juicio, Naty ha reaparecido en el teatro Real acompañada por un amigo. Tan elegante como de costumbre con un veraniego vestido estampado blanco con detalles estampados en naranja, la modelo ha ignorado las preguntas de la prensa, guardando silencio sobre la pena de prisión que la Fiscalía solicita para su hijo.
A pesar de que su entorno desliza que la socialité está muy afectada y por ello ha limitado sus apariciones públicas al mínimo, Naty ha preferido dar la callada por respuesta y ha evitado salir en defensa de Luis en su peor momento.
Amiga de Isabel Preysler, su nombre suena entre los 400 invitados que asistirán a la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, pero sin ganas de hablar, ha dejado en el aire si la veremos el sábado en el palacio El Rincón. «Buenas noches, gracias» se ha limitado a afirmar.