Kiko Hernández y Fran Antón: su boda también tuvo polémicas

La supuesta boda de Kiko Hernández y Fran Antón ha dado mucho de hablar este fin de semana y todavía ninguno se ha pronunciado al respecto. Desde que saliese la noticia el pasado jueves en ‘Sálvame Diario’, ambos se han mantenido en silencio y no han confirmado que se fueran a dar el ‘Sí, quiero’, sin embargo, lo que sí sabemos es que ayer hubo celebración.

Lo que aún no se ha podido saber es si ambos se dieron el ‘Sí, quiero’ ayer o lo hicieron el fin de semana pasado en Melilla. Tampoco si es cierto que se hayan jurado amor eterno. Lo único que hemos podido contrastar es que ayer tuvo lugar una celebración en el Bingo Las Vegas en la que estuvieron muchos seres queridos de ambos.

De hecho, ayer por la tarde, el programa ‘Fiesta’ ponía en duda esta información y desvelaba que podría ser parte de una estrategia para promocionar una obra de teatro titulada ‘Casarse está sobrevalorado’, pero lo cierto es que los movimientos que hubo ayer en la sala anteriormente citada no engañan: hubo celebración.

Durante el día entraron y salieron vehículos de familiares en la casa de Kiko y, horas más tarde, acudían al Bingo Las Vegas para celebrar por todo lo alto esta supuesta boda… sin embargo, la salida de dicha sala fue de lo más convulsa.

Todos los coches que habían entrado por la puerta lateral salían con las ventanillas subidas para evitar hacer declaraciones sobre la fiesta, pero nos llamó la atención uno en el que iban montadas varias chicas que no dudaron ni un solo momento en hacerle una peineta a las cámaras que se encontraban en las inmediaciones.

El peor momento de la noche se vivió cuando salía un furgón en el que podían ir los ‘novios’ y, cuando intentábamos preguntar a las personas que había en el interior cómo había ido todo, recibimos algunos empujones y golpes, provocando incluso que una de las motos que estaban aparcadas en la puerta se cayese.

Unos ‘incidentes’ que se produjeron alrededor de las cinco de la mañana cuando la fiesta había terminado y todos los invitados salían para alojarse en la casa del colaborador.