A un mes de que se celebre la gran boda del año, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se encuentran inmersos en los preparativos del día más especial de su vida. Después de todos los inconvenientes que han tenido y de la polémica con el vestido de novia, parece que todo vuelve a estar en su sitio… sin embargo, ahora se ha hablado de la presión que estaría pasando la hija de Isabel Preysler por todo lo que se está comentando de su enlace.
El empresario ha querido permanecer al margen de la presión a la que Tamara pueda estar sometida: «Gracias, buenos días». El hijo de Carolina Molas caminaba a paso ligero para llegar cuanto antes a su casa y evitar las preguntas de la prensa, pero aún así, Iñigo nos aseguraba que el lleva «muy bien» el interés mediático que despierta su boda con Tamara y no quiere comentar nada sobre los nervios que puedan surgir a pocas semanas de la boda: «Hasta luego, que vaya bien».
También le hemos preguntado a la Marquesa de Griñón, pero lo cierto es que ha vuelto a hacer gala de su hermetismo y ha preferido mostrar su preocupación por la prensa y no contestar si es cierto que se encuentra un poco sobrepasada por la situación: «Cuidado que viene un coche».
De esta manera, parece que la colaboradora de ‘El Hormiguero’ se encuentra bien a pesar de que su nombre aparece día sí y día también en los medios de comunicación por el interés que despierta su boda con Íñigo, pero sobre todo por todas las polémicas en las que se ha visto envuelta, como con la firma ‘Sophie et Voilá’, de la que tampoco ha querido pronunciarse después del visto bueno de su madre.