Una cosa aparentemente tan simple como una tortilla de patatas podría dar para una tesis doctoral. Y es que a las dudas habituales de, con o sin cebolla, más o menos cuajada, delgada o amazacotada, algo churruscada o solo ligeramente dorada, surgen siempre otras como cuándo hay que echar la sal, dónde es mejor hacerlas o incluso cuántos huevos tenemos que utilizar en su cocinado. Como resolver todas las dudas es imposible, en las siguientes líneas te vamos a intentar resolver la última, la de la cantidad de huevos a usar.
1La tortilla de patatas de siempre
Si, por ejemplo, preguntas a tu madre o abuela sobre el número de huevos que echan a una tortilla de patatas, lo más seguro es que te respondan que lo hacen a ojo, en función de lo que vaya pidiendo la mezcla. En parte pueden tener razón, pero también hay que valorar si eres de los que prefiere que al final sea más mazacote o no. Por lo general, una buena tortilla de patatas tiene que estar jugosita, con proporciones exactas de patata y huevo, sin que este destaque o acapare en exceso el sabor.