Si hay un medicamento conocido en este país ese es el paracetamol, con el que mucha gente cree que puede librarse tanto de la gripe como de un simple catarro o de un fuerte dolor en cualquier parte de su cuerpo. Pertenece al grupo de medicamentos analgésicos y antipiréticos y a priori está indicado para el tratamiento de los síntomas del dolor leve a moderado y la fiebre. Lo que muchos desconocen es que también puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recomienda consultar a un médico o farmacéutico antes de empezar a tomarlo.
El paracetamol a nivel psicológico
Al igual que la AEMPS, también han salido otras voces clamando contra el paracetamol. Por ejemplo, la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience ha publicado un artículo al respecto, en el que profundiza en las consecuencias que puede tener el usarlo con frecuencia a nivel psicológico. En esa publicación se ha llegado a la conclusión de que este fármaco, por muchas ventajas que pueda aportar, también puede afectar a la percepción o la valoración de riesgos a la hora de tomar decisiones.
Con el paracetamol te arriesgas más
Esta investigación de la mencionada revista se ha llevado a cabo con consultas a 500 estudiantes universitarios, y entre sus conclusiones se ha demostrado que aquellos que lo habían tomado se arriesgaban más al tener que tomar una decisión que aquellos que habían recibido en su lugar placebo. Esto puede ser debido a que además de ser antitérmico y calmante, es un producto que reduce la ansiedad y fomenta la relajación mental. Lo malo es que también disminuye la capacidad de prever consecuencias peligrosas.
Disminuye la empatía
En el ámbito de la psicología existen muchos estudios para saber cómo nos afectan ciertos medicamentos habituales en nuestras vidas, y uno de los más curiosos es el que se llevó a cabo en Ohio, y en el que se aseguraba que tomar paracetamol disminuye la empatía, que hace que se reduzca la sensibilidad hacia el dolor ajeno. los científicos administraron paracetamol a un grupo de 40 estudiantes, y a otros 40 se le dio placebo, y se les pidió que leyeran ocho historias en las que alguien sufría una experiencia dolorosa. Los que puntuaron más bajo ese nivel de sufrimiento fueron los primeros.
Afecta al corazón
Otro estudio sobre el paracetamol y las consecuencias de tomarlo en demasía, esta vez llevado a cabo por la revista científica Circulation, indica que su consumo excesivo podría aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad o accidente cardíaco o cerebrovascular en las personas que tienen un nivel de hipertensión alto. Se basó en el análisis de los datos de 660.000 personas que habían tomado paracetamol de manera diaria durante catorce años, y demostró que estos pacientes tenían un 68% más de probabilidades de padecer un infarto, así como un 50% más de probabilidades de sufrir una úlcera.
Ictus o muerte temprana
A medida que se ha ido profundizando en los posibles efectos del paracetamol se han ido sacando problemas que prácticamente nos invitarían a no tomarlo nunca más. Y es que, por ejemplo, en 2015 un estudio elaborado por la Leeds Institute of Rheumatic and Musculoskeletal Medicine apuntó a que las personas que suelen tomar este medicamento con frecuencia tienen un 63 por ciento más de probabilidades de padecer un ictus, infarto o incluso una muerte temprana que aquellas que tenían un consumo mucho más limitado.
No hay que asustarse
Pese a todo, no hay que ir corriendo a tirar las cajas de paracetamol a la basura, ya que, como ocurre con la práctica totalidad de todos los medicamentos, esos efectos adversos no tienen por qué afectar a todas las personas. Por ejemplo, entre esas cosas que te podrían pasar , como malestar, bajada de tensión y aumento de los niveles de enzimas del hígado, solo le suelen afectar a 1 de cada 1.000 pacientes. Por su parte, los efectos considerados como «muy raros», que podrían afectar a 1 de cada 10.000 pacientes estarían las reacciones alérgicas (como reacciones cutáneas), bajada de glucosa, alteraciones sanguíneas y alteraciones del hígado y del riñón. Se han notificado muy raramente casos de reacciones graves en la piel.
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