La de Kiko Rivera ha sido una de las bodas más seguidas por los medios de comunicación. La expectación es máxima. No solo por conocer los detalles que puedan trascender de la boda antes de que se publique la exclusiva del próximo lunes en la revista Hola! sino por si, finalmente, se publican fotografías prohibidas realizadas por algún topo con necesidad de «reventar» una boda que, según Kiko Matamoros, podría reportar a la pareja cerca de 250.000 euros. Una cantidad nada desdeñable que el ahora DJ tendría que repartir con su madre, Isabel Pantoja, quien finalmente habría aceptado a participar en el reportaje.
Pero si por algo ha llamado la atención esta boda es por las extremas medidas de seguridad que se han tomado para proteger la exclusiva. La contratación de Prosegur para impedir la grabación de imágenes y para evitar asaltos imprevistos, ha llamado poderosamente la atención. Kiko e Irene también han solicitado a los invitados que no usaran sus teléfonos móviles. La petición, que algunos invitados han confirmado a este medio, no se ha hecho extensiva a todos los convidados.
Podemos confirmar que Cayetano y Francisco Rivera no han tenido que despojarse de sus dispositivos móviles. Tampoco lo han hecho algunos de los familiares en los que Kiko Rivera confía plenamente. Sorprende, por tanto, que Anabel Pantoja confirmara en Sálvame que ella sí iba a entregar su teléfono. ¿Acaso Kiko Rivera no se fía de su prima?
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