Como sucede con las personas, los perros pueden tener diabetes. De hecho, hasta el 1% de los canes la desarrollan en algún momento de su vida. Esta enfermedad se manifiesta cuando sus cuerpos no producen suficiente insulina —una hormona que controla la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo— o no pueden usarla correctamente.
Un perro con diabetes aún puede vivir una vida larga y activa siempre que reciba un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno. Sin embargo, sin tratamiento, la diabetes puede poner en peligro la vida de los perros o conllevar graves complicaciones, según la Dra. Corinne Wigfall, veterinaria titulada de SpiritDog Training.
Las posibles complicaciones de la diabetes pueden incluir: Cataratas u opacidad del cristalino del ojo, Debilidad muscular a causa de niveles bajos de potasio, Presión sanguínea elevada, Infecciones del tracto urinario (ITU), Insuficiencia renal, Convulsiones, Cetoacidosis diabética, una condición en la se produce un exceso de ácidos en la sangre debido a la falta de insulina en el cuerpo.
Varios veterinarios comparten a continuación los síntomas clave de diabetes en perros y los pasos a seguir para prevenir y tratar esta afección.
Causas que pueden dar a que los perros tengan diabetes
3 tipos diferentes de diabetes pueden ocurrir en perros: Diabetes tipo I: es el tipo más común en perros, según Wigfall. Se desarrolla cuando el páncreas no produce suficiente insulina. Diabetes tipo II: el páncreas no produce suficiente insulina, siendo posible que la que produce tampoco funcione como debería. La diabetes tipo 2 afecta más comúnmente a los perros mayores con obesidad. Diabetes tipo III: este tipo es muy raro en los perros, opina Wigfall. Las causas implican hormonas liberadas durante el embarazo o tumores secretores de hormonas.
Los siguientes factores de riesgo pueden hacer que tu perro sea más propenso a desarrollar diabetes:
Edad: los perros suelen desarrollar diabetes entre los 4 y los 14 años.
Sexo: las hembras son más propensas a desarrollar diabetes que los machos.
Pancreatitis crónica: la inflamación del páncreas puede causar daño al órgano, lo que después conduce a la diabetes, comenta Simon.
Obesidad: puede causar resistencia a la insulina y pancreatitis, afecciones que a su vez conducen a la diabetes.
Uso a largo plazo de medicamentos esteroides: un gran estudio de 2020 sugiere que los perros tratados previamente con corticosteroides tienen un mayor riesgo.
Enfermedad de Cushing: sucede cuando un tumor hipofisario no canceroso hace que el cuerpo produzca en exceso la hormona del estrés cortisol. Los síntomas reveladores incluyen pérdida de pelo y una silueta barrigona.
La raza de tu perro también puede aumentar su riesgo. Según la doctora Linda Simon, cirujana veterinaria y consultora de FiveBarks, aquellas con mayor riesgo incluyen: Caniches, Terriers australianos, fox y cairn terrier, Carlinos, Beagles, Teckel, Schnauzer miniatura, Samoyedos, Keeshonds o Wolfspitz.
Síntomas que pueden tener los perros con diabetes
Según Amanda Takiguchi, veterinaria y fundadora de Trending Breeds, algunos de los primeros síntomas más comunes de diabetes en perros incluyen: Pérdida de peso inexplicable, incluso al comer raciones adecuadas o más grandes de lo habitual, sed excesiva, necesidad de orinar con más frecuencia o de tener accidentes en casa.
Cuando un perro tiene diabetes, su cuerpo trata de eliminar el exceso de azúcar a través de la orina y, en el proceso, también excreta más agua, lo que puede provocar un aumento de la sed y la micción. «No todos los propietarios controlan de cerca los hábitos de orinar y beber de sus perros, por lo que es posible que pasen por alto estos síntomas sutiles», explica Wigfall. Los síntomas de diabetes más avanzada pueden incluir: Baja energía, estado de ánimo decaído, pérdida de apetito, vómitos.
Cuando llevar a tu perro al veterinario
Si tu perro tiene un diagnóstico de diabetes, Wigfall aconseja prestar atención a los siguientes síntomas:
Hipoglucemia: si tu perro se vuelve aletargado, débil, duerme mucho más de lo normal y evita la actividad, o tiene problemas para caminar o estar de pie, es posible que tenga hipoglucemia o nivel bajo de azúcar en sangre. Wigfall sugiere aplicar un poco de miel o jarabe de maíz en las encías para aumentar rápidamente el nivel. Acude al veterinario de inmediato para que te aconseje sobre los próximos pasos a seguir.
Infecciones crónicas o recurrentes del tracto urinario: las infecciones urinarias o de la piel, por ejemplo, pueden sugerir que la diabetes de tu perro no está bajo control.
Cataratas: Se estima que el 75% de los perros desarrollan cataratas en ambos ojos dentro de los9 meses posteriores a un diagnóstico de diabetes. Si el iris, una parte del ojo que generalmente parece negra, se vuelve blanca, tu perro puede tener cataratas. Otros síntomas incluyen inseguridad al subir o bajar escaleras, dificultad para encontrar su plato o chocar contra las paredes. Las cataratas pueden provocar finalmente pérdida de la visión o ceguera, por lo que si observa estos síntomas, pide una cita con tu veterinario de inmediato.