Los guisos de legumbres, como este de garbanzos a la riojana, son una opción ideal para cuando bajan los termómetros. Esta receta típica del norte español, tiene un origen humilde. Los campesinos la crearon con los ingredientes que tenían a mano, que eran los que producían en sus tierras. La elaboración de este guiso es muy simple, aunque diferente del potaje que es más conocido.
Es sabido que el consumo regular de legumbres es bueno para la salud.Los garbanzos aportan buena cantidad de nutrientes, entre ellos, potasio, hierro, fibra y vitamina B. Su componente principal son los hidratos de carbono, que producen saciedad y dan energía. El tocino y el chorizo añaden calorías al plato, a la vez que lo enriquecen.
El guiso de garbanzos a la riojana es una comida completa y riquísima. Queda mejor si se deja reposar de un día para otro. También es posible congelar los sobrantes para comerlos cuando más apetezca.
Ingredientes
400 gr de garbanzos
1 chorizo
100 gr de tocino en lonchas
2 tomates
2 cebollas
1 zanahoria
1 pimiento rojo
3 huevos
3 dientes de ajo
2 hojas de laurel
1 cucharada de pimentón
Sal y pimienta
Aceite de oliva virgen
Elaboración de los garbanzos a la riojana
Dejar los garbanzos en remojo desde la noche anterior. Escurrir. Picar la cebolla, el pimiento y los ajos finamente. Cortar la zanahoria en dados pequeños.Cortar el chorizo en rodajas y el tocino en dados. Hervir los huevos durante 10 minutos. Enfriar, pelar y reservar.
Poner a hervir una cacerola con agua. Cuando rompa el hervor, poner los garbanzos en una olla. Agregar el laurel y un poco de sal. Cocinar durante 1 ½ hora aproximadamente, para que los garbanzos se ablanden. Si es necesario añadir más agua durante la cocción. Mientras, calentar un chorro de aceite en una sartén. Rehogar la cebolla y el ajo. Cuando estén transparentes, añadir la zanahoria y el pimiento. Saltear durante cinco minutos a fuego bajo.
Incorporar el chorizo y el tocino y sofreír durante unos minutos más. Por último, condimentar con el pimentón. Remover para que se integre bien. Volcar el sofrito en la olla con los garbanzos. Mezclar y rectificar de sal y pimienta. Cocinar todo junto durante 15 a 20 minutos más. Poner a punto de sal y retirar la olla del fuego. Servir con el huevo duro por encima.
Todas las formas de hacer garbanzos
Nos gustan para todas las estaciones del año y cocinadas de todas las formas posibles: estofados, guisos, purés, patés, potajes, ensaladas, salteados, cremas… Nos encantan por su enorme variedad y su gran versatilidad y, por supuesto, lo buenísimas que son para la salud (fuente de fibra, vitaminas, minerales, proteína vegetal e hidratos de carbono, ayudan a mantener a raya el colesterol y a cuidar nuestra salud cardiovascular).
Nos gusta compartir con vosotros recetas hechas con lentejas, garbanzos, judías, guisantes, habas… tanto secas como frescas o en conserva. Y si hace no mucho te deleitábamos con recetas de lentejas originales y diferentes, hoy convertimos a los garbanzos en protagonistas de, nada más y nada menos, ¡15 recetas!
Secos o cocidos ya en conserva, nos fascinan las distintas variedades que existen de garbanzos -más de 40, según los expertos– (castellano, blanco lechoso, venoso andaluz, chamad, pedrosillano, etc) y cómo podemos convertir esta sencilla legumbre en platos para todos los gustos, recomendados para niños y adultos.
Casan bien con pastas, arroces, vegetales, carnes, pescados, mariscos… por no hablar de caldos, salsas, especias, hierbas aromáticas… y eso hace que puedan ser la base de un enorme recetario abierto siempre a nuevas incorporaciones.
Hemos seleccionado 15 de las formas que más nos gustan a nosotros de cocinar con garbanzos, que también serían sustituibles por cualquier otro tipo de legumbre. ¡Seguro que encuentras varias que incluirás en tus próximos menús!
El marisco y el pescado son excelentes compañeros de las legumbres en todo tipo de platos, especialmente en guisos o estofados. Numerosas especias le van bien a los garbanzos y, sin ninguna duda, el curry es una de las que mejor les acompaña. El garbanzo cocido es el ingrediente principal de este plato popular en muchas cocinas de Oriente Medio, al que acompaña el tahini, o pasta de sésamo, el ajo, el aceite y la sal.
Los garbanzos a menudo se sirven con el cuscús, especialmente en caliente, pero aquí juntamos ambos en forma de ensalada con otras verduras. ¡Una opción deliciosa y súper nutritiva! Esta ensalada es apta para todos los públicos y les encantará a veganos y vegetarianos ya que se compone de arroz, garbanzos, lentejas, calabacín, apio, pimiento y tomate.
Este plato es una ensalada, que puedes comer fría o templada, y que tiene la gran ventaja de que se hace de una forma súper rápida y sencilla ya que usamos garbanzos y pulpo que ya están cocidos. Esta especialidad de varios países de Oriente Medio son una especie de albóndigas hechas con una masa de garbanzos cocidos, cebolla, perejil y cilantro, que se fríen o se hornean y se sirven con salsa de yogur.
Aunque los tacos mexicanos más populares son los de carne o pollo, puedes disfrutar de las versiones vegetarianas más ricas como esta. Van rellenos de garbanzos, rábano, aguacate, espinacas y lombarda, entre otros ingredientes. El arroz y las legumbres forman un buen tándem (con las lentejas empedradas como mejor ejemplo). Aquí son los garbanzos los protagonistas que cocinamos con espinacas y otros vegetales y acompañamos con arroz blanco cocido.
Nos encanta la salvia porque aporta un aroma muy especial a los guisos. La usamos para darle un sabor delicioso a unos garbanzos que freímos y a los que también añadimos unos taquitos de chorizo. Una de las formas que más nos gustan para cocinar las legumbres es guisándolas o estofándolas. Así hacemos estos garbanzos con varios tipos de verduras y un hueso de jamón para darles más sabor.