Si hace unas semanas nos sorprendíamos al ver llorar a Iñaki Urdangarin, ahora se lleva su parte su exesposa, la Infanta Cristina. Y no porque la hayamos visto desgarrada en su peor momento, si no porque ha hecho lo que tendría que haber hecho el que fuera jugador de balonmano, ir a la boda de sus sobrinos, Iñaki y Nuala Flood.
Lo que ha hecho la primogénita de Juan Carlos y Sofía es viajar junto a tres de sus cuatro hijos, demostrando que, ante todo, mantiene una fantástica relación con la familia de su exmarido. ¡Y nosotros pensando que esta ceremonia Urdangarin presentaría a su nueva novia, Ainhoa Armentia! Nada más lejos de la realidad.
El nuevo varapalo de Iñaki Urdangarin
> El miércoles pasado nos preguntábamos cuál era el motivo que le provocaba tanta tristeza a Iñaki Urdangarin. Recordemos que esto pasó en Vitoria, cuando el ex duque de Palma se acercó al despacho de abogados donde trabaja su novia Ainhoa Armentia, Imaz & Asociados. En ese momento aparcó en la calle mientras esperaba que su escolta fuera a buscar a su pareja y la acompañaran donde estaba un desconsolado Iñaki Urdangarin.
En cuanto Armentia se subió en el coche Urdangarin comenzó a contarle algo de forma muy intensa haciendo aspavientos muy pero que muy nervioso. La estampa daba bastante pena, la verdad. Una angustia realmente visible que ni con el apoyo y el consuelo de su enamorada se le pasaba. De hecho, tuvieron que pasar 20 minutos, lo que es bastante teniendo en cuenta que Ainhoa estaba trabajando, para que el excuñado del emérito terminara de desahogarse.
Fue entonces cuando Armentia y su enamorado terminaron la conversación, se bajó de vehículo y regresó a su lugar de trabajo, mientras Iñaki Urdangarin se iba como volvió, pero más relajado después de haber compartido sus preocupaciones con su compañera de vida, o por lo menos hasta este momento si que lo es. ¿Fue una pelea entre la pareja? ¿Tiene problemas con la Infanta a raíz de su separación? Pues uno de los motivos por el que estaría llorando sería porque no consiguió el permiso obligatorio para viajar a Estados Unidos, a consecuencia de su complicada situación judicial.
Un nuevo varapalo que ha tenido que devastarle, teniendo en cuenta que esta era la excusa perfecta para visitar, por primera vez en años, a su hermana Cristina y a sus hijos, teniendo en cuenta que llevan décadas viviendo en la ciudad estadounidense. En su lugar, su exesposa se ha hecho cargo de la situación y ha querido poner un poco de su parte.
La Infanta Cristina acude en su ayuda
>¡Infanta al rescate! Así es como se hubiese llamado esta historia si hubiera sido una película. De drama sin ninguna duda. Y si no que se lo digan a la hermana de Felipe VI, que después de ver como el padre de sus 4 hijos, Juan (22) Pablo (21), Miguel (20) e Irene (17), se pasea de la mano con su nueva novia en la playa donde solíais de vacaciones, acude a su rescate.
De hecho, la cuñada de Letizia ha demostrado mantener la templanza que le caracteriza y que, le pese a quién le pese, va acompañada de la exquisita educación que ha recibido, y ha decidido poner de su parte para que al menos pueda haber una representación de Urdangarin en la ceremonia.
Por eso mismo, ha tomado la decisión de cruzar el océano Atlántico para acompañar a 3 de sus 4 hijos, a excepción de Pablo que no ha podido ir porque tenía compromisos profesionales, con los que ha aprovechado para tener unas pequeñas vacaciones en las que han visitado la ciudad y los Grandes Lagos. ¡Una maravilla!
Una ocasión para la que la hermana de la Infanta Elena que está siendo, por cierto, su gran apoyo durante la separación, se ha decantado por un vestido elegante y sencillo de manga corta de color azul. Un diseño impecable que completaba con unos zapatos planos, mientras que su niña, la joven Irene, opto por ponerse para el gran día uno en color beige. Los varones, por su parte, no arriesgaron demasiado y se pusieron un traje con camisa azul y sin corbata. ¡Iban de los más desenfadados!
Y es que, si algo ha dejado claro la tío de la heredera al trono, Leonor, es que no va a dejar que nadie le pase por encima ni la tache de pobrecita. Por lo que, ha decidido tomar las riendas de su situación y, por supuesto, de su vida, haciendo de esta una aventura diaria y centrándose plenamente en su trabajo. Por ejemplo, hace varias semanas acudió, en la capital catalana, el Programa de Cooperación Internacional de la Fundación La Caixa. Y hace unos pocos días hizo lo propio en Santander, donde participó en un acto relacionado con los cursos de verano de la UIMP. ¡Bien por ti, Cristina!