En Internet te puedes encontrar cualquier receta, incluso de Pringles, y por eso nadie debería sorprenderse… salvo que en la misma se vean cosas que no deberían estar ahí. Así, desde hace unos días se ha estado viralizando en Twitter un vídeo de TikTok compartido por la cuenta @SeriousCharly en el que se muestra una de las más raras que hayamos podido ver en los últimos años, pero no tanto por el plato en sí, que también, sino porque hay elementos que sobraban no solo en esa receta sino en cualquier otra, y que han llamado la atención hasta del mismísimo Alberto Chicote, el que tantas «pesadillas en la cocina» ha tenido hasta ahora.
Receta con Pringles
Ni el mejor publicista de Pringles habría imaginado que un vídeo en el que aparecen sus patatas, en este caso con queso cheddar, pudiera llevar ya más de 7 millones de reproducciones. Publicidad, y encima gratis. La receta en cuestión se trata básicamente de una especie de empanada o pastel de patatas Pringles (sabor Paprika) con mucho queso y todo tipo de aderezos. Lógicamente, varias cuentas de personajes públicos se han hecho eco de ello y han compartido sus impresiones acerca de esta, para la mayoría, aberración gastronómica.
Qué son las Pringles
Las Pringles son un aperitivo con forma de paraboloide hiperbólico. Su contenido en papa es del 42%. El resto de los ingredientes son almidón de trigo y harinas (patata , maíz y arroz) mezclados con aceites vegetales, potenciadores del sabor, sal y especias. Algunas variedades pueden incluir glutamato monosódico. Se vende en distintos sabores, siendo los más comunes en cada país el original con sal, crema agria con cebolla, queso y paprika. A veces hay ediciones limitadas. Según la patente de P&G registrada en 1970, Alexander Liepa está acreditado como el creador. Los define también como «un pequeño refrigerio y un proceso mediante el cual se prepara una masa, a partir de papas deshidratadas y agua, frita posteriormente en aceite vegetal».
Chicote dio su opinión
Dentro de esas «celebrities» que han opinado sobre la receta con Pringles se ha encontrado el popular chef español Alberto Chicote, quien no ha dudado en sacar su lado más ‘Pesadilla en la cocina’ para expresar su tajante opinión del curioso plato. Y es que hay que tener en cuenta que en el segundo 35 del vídeo, la pareja de amigas cuela las patatas hervidas bajo la atenta mirada de una cucaracha, que se encontraba ahí en la encimera observando esta creación culinaria. Ese preciso momento es el que ha querido aprovechar Chicote para dar su valoración de la receta tiktokera: «Hasta la cucaracha (durante el colado) mira con asombro».
Plato «satisfactorio»
Seguramente que si alguien le hace esta receta de Pringles a Chicote durante su programa de La Sexta, con cucaracha incluida, les habría recomendado que cerrasen el local. Eso sí, lo peor de todo no ya es este insecto mirando con atención sino que las chicas que hacen la receta venden el final del vídeo como un plato súper apetecible, cuando para cualquiera ciudadano español no dejaría de tratarse de una guarrería, y no una de las que apetece comerse, precisamente. La cultura americana, en materia gastronómica, no deja de sorprendernos.
Patatas o no patatas
Esta no es la primera polémica en la que Pringles se ve involucrada, ya que existen divergencias sobre si las mismas pueden ser consideradas o no una patatas fritas. En 2008, por ejemplo, el Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó que no lo eran ya que su receta contiene menos de un 50% de patata, por lo que no podían ser comercializadas como tal. Con esta medida, el producto quedaba exento del 17,5% de IVA anterior al fallo del juez. Sin embargo, un año después la Corte de Apelación revocó la decisión porque, con una composición del 42%, consideraron que «hay suficiente contenido de patata en el producto como para llegar a la conclusión razonable de que está hecho de eso».
Resolución costosa
Aquella resolución no se sabe si fue satisfactoria para las Pringles ya que Procter & Gamble, la corporación estadounidense que creó tanto el aperitivo como su envase en 1967, tuvo que pagar entonces cerca de 100 millones de libras por impuestos que se ahorraron en el pasado y unos 20 millones de libras anuales correspondientes al IVA. El éxito de esta marca se debe en gran parte a su envoltorio, inventado por Fred Baur, un cilindro vertical de cartón que está recubierto en su interior por papel de aluminio. La tapa de plástico de la parte superior y la cobertura permiten que una vez esté abierto, el producto no pierda su frescura.