El director de orquesta, Plácido Domingo, no levanta cabeza, nuevamente la justicia, en este caso la de Argentina, vuelve a señalarle por ser un presunto cliente de una red de trata. De hecho, lo que está haciendo concretamente este organismo judicial es atribuirle unas escuchas en las que supuestamente estaría tratando de contratar un servicio sexual a través de una empresa que se camufla detrás de una Escuela de Yoga.
Por su parte, el compositor y productor español no ha dado demasiadas declaraciones y se ha limitado a decir que no está imputado en esta investigación. Por lo que desde la opinión pública no podemos dar nada por sentado.
La verdad detrás de la investigación que señala a Plácido Domingo
> «No cantaré ni un día más de los que pueda, ni uno menos de los que debo. Gracias Sandra e Ignacio, esta es la tercera vez que estoy con vosotros en Starlite y me siento feliz aquí», dijo el tenor en sus redes sociales. Un mensaje que nos hizo pensar que nuevamente las cosas se habían asentado para el artista, después de que casi perdiera su crédito por las acusaciones de acoso sexual.
Aún así la vida no da tregua, y en este caso mucho menos. Y es que, como hemos adelantado al inicio de la publicación, en la llamada que se le atribuye a Plácido Domingo, el tenor estaría negociando un encuentro sexual en el que presuntamente se le escucha, mientras habla con una mujer que se hace llamar Mendy. En esta conversación lo que hace la voz masculina es concertar una cita.
Eso sí, es muy importante tener en cuenta, que no solamente se ha filtrado este audio. También, hay otro más en el que intérprete de Nessun Dorma le está dando presuntamente algunas indicaciones: «Cuando salgamos de la cena venimos separados, lo hacemos así porque mis agentes se van a subir a la habitación cuando yo suba y se van a quedar en el mismo piso».
Estas llamadas han llegado a las autoridades la semana pasada cuando se ha desarticulado en Argentina una red de explotación sexual que llevaría actuando la friolera de más de 30 años. Es más, el líder de esta secta que, recordemos, se encontraba escondida detrás de una Escuela de Yoga, Juan Percowicz, ha sido detenido junto a una veintena de personas implicadas. Unos datos que se incluyen en el expediente judicial que señala a Domingo, «Plácido dijo que podía venir a visitarnos, es decir, que va a venir a visitarme. Porque él va a casa en Nueva York y lo recordó ayer».
Asimismo, varios medios de comunicación revelan que esta trama está dirigida por un exnotario de 84 años que estaba acusado de reclutar mujeres que iban allí para conseguir, «el desarrollo de la felicidad«. Unas mujeres que en vez cumplir con sus expectativas, terminaban perdiendo sus bienes y ejerciendo la prostitución, recibiendo a empresarios de alto nivel adquisitivo, políticos y, como es el caso del español, famosos. A cambio iban ascendiendo en la secta, no sin abonar cuotas de entre 250 y 1000 euros.
Plácido Domingo volvía a retomar su vida
> 60 años juntos es lo que llevan Marta y Plácido Domingo. Un matrimonio que ha podido con todo, y que muy probablemente podrá con esto. Y es que, juntos ya superaron las acusaciones de acoso sexual que se cernieron sobre el intérprete de O Sole Mio.
En este momento nos remontamos a febrero de 2020, en medio del Me Too, un movimiento empezó en 2017 a través de un hashtag en redes sociales en Estados Unidos, y que sirvió para denunciar agresiones y acoso sexual, especialmente en el seno de la industria cinematográfica en Hollywood. De hecho, este tuvo su inicio a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo americano, Harvey Weinstein.
Pues fue en este marco cuando más de una veintena de mujeres, 27 exactamente, lanzaron acusaciones contra Plácido Domingo, acorde con una investigación que abrió la American Guild of Music Artists (AGMA) el sindicato de ópera de Estados Unidos. Un momento decisivo, para mal, claro, en su carrera, porque fue cuando varias ciudades cancelaron sus actuaciones a pesar de que el tenor negaba estos hechos.
Sin embargo, un tiempo después el cantante pidió perdón a estas mujeres, «por el dolor que les había causado» y aceptó, «toda la responsabilidad» por las acciones que habían sido denunciadas durante los últimos meses. Aunque lamentó el dolor que pudiera haber provocado, ningún país le imputó y un año después continuó sus actuaciones. Es más, una de los últimos conciertos que ha hecho fue el pasado mes de julio, en uno de los espacios más reconocidos por el sector de la cultura de nuestro país, el Teatro Real que se sitúa en la capital madrileña.