La pareja, acompañada por Natalia Figueroa y por sus cuatro hijos, ha disfrutado de una relajada jornada de playa en la que no faltaron las risas, los gestos de cariño y las miradas cómplices.
Es innegable. Amelia Bono y Manuel Martos son la viva imagen de la felicidad y, semanas después de darse una segunda oportunidad tras un año separados, se encuentran disfrutando de unas merecidas vacaciones familiares en Ibiza en las que han demostrado que, por lo menos en su caso, las segundas partes pueden ser incluso mejor que las primeras.
Muy cercanos y cómplices, en esta ocasión la pareja disfrutó de una relajada jornada de playa en la que estuvieron acompañados no solo por sus cuatro hijos – Jorge (13), Manuel (11), Gonzalo (8) y Jaime (6) – sino también por la madre de Manuel, Natalia Figueroa, con la que demostraron tener una maravillosa relación y de quien el músico se mostró especialmente pendiente en todo momento, acompañándola hasta el agua para más tarde compartir con ella confidencias.
Como cualquier otra familia en vacaciones, el matrimonio y sus hijos disfrutaron de un agradable día a la orilla del mar en el que los pequeños de la casa fueron los grandes protagonistas, compartiendo risas y juegos con sus progenitores en todo momento tanto dentro como fuera del agua.
Presumiendo de espectacular cuerpo en biquini, Amelia eligió para la ocasión braga de estampado ‘animal print’ y top en negro que combinó con una visera para protegerse del sol. Divertida y cercana con sus niños, la hija de José Bono también compartió algunas muestras de cariño con su marido al que le puso crema protectora en la espalda.