La alcachofa, cuyo origen se sitúa en el antiguo Egipto, se caracteriza por su poder antioxidante y antiinflamatorio, por ser rica en fibra, vitamina A. B, C y E minerales, hidratos de carbono y baja en calorías. Su temporada de consumo se extiende, por lo que este es el momento en el que tienen más sabor y nutrientes, son más sostenibles y económicas.
Las alcachofas con foie es un bocado de temporada especialmente sabroso. Se trata de una receta fácil de preparar, muy vistosa y con un resultado que será un festín para el paladar. La alcachofa es una de las joyas de la temporada de invierno que, durante los meses de noviembre a abril está en su mejor momento. Es un bocado sublime y muy versátil por la infinidad de maneras que tenemos para cocinarlas: alcachofas rebozadas, rellenas de carne, a la brasa, con almejas, en tortilla y un largo etcétera para aprovechar su corta temporada al máximo. Cuando cocinamos alcachofas, es muy importante tener en cuenta que se oxidan enseguida, así que, en la elaboración de la receta, hay que seguir un paso previo que incluye limón y perejil para evitar que se oscurezcan en exceso. La receta que vamos a cocinar hoy es una fiesta de sabores; alcachofas combinadas con foie gras y acompañadas con una salsa que incluye manzana. Se trata de una receta de fácil ejecución con un resultado espectacular.
Para esta receta solo necesitarás 15 minutos de preparación y solo te llevara media hora el cocinado. Las cantidades que se exponen a continuación es para tres raciones de estas alcachofas con foie. Si estas elaborando un menú y no sabes qué hacer de entrante, esta receta es la tuya. Además solo tiene 329 kilocalorías.
Ingredientes para elaborar las alcachofas con foie
1 cucharada de mantequilla
1 cebolla
1 manzana
3 medallones de foie
Sal
Pimienta blanca molida
100 ml de nata para cocinar
3 alcachofas
1 limón
1 manojo de perejil
Sal en escamas
Pasos a seguir para poder cocinar esta receta
Para empezar la receta, calentar en una cazuela 1 cucharada de mantequilla. Hay que tener en cuenta que la mantequilla solo es para aportar sabor porque el foie ya expulsa su grasa natural que también aporta sabor a la salsa. Cortar 1 cebolla en brunoise. En esta ocasión, no importa el tamaño porque trituraremos la salsa. Pelar y trocear 1 manzana. Añadir la cebolla y la manzana a la sartén junto a un medallón de foie troceado. Salpimentar y cocinar a fuego medio durante unos minutos hasta que la cebolla esté cocinada.
Incorporar a la sartén 100 ml de nata para cocinar, remover y cocinar hasta que la nata rompa hervir. Apagar el fuego y reservar. En el procesador de alimentos, triturar el sofrito anterior hasta conseguir una consistencia fina. Probar de sal y salpimentar si fuera necesario. Preparar las alcachofas. Empezar retirando las hojas más duras, cortar el tallo y parte de la base. Frotar las alcachofas con limón por todos sus lados e introducirlas en un bol con limón troceado y perejil para evitar su oxidación.
Cuando las alcachofas estén preparadas, introducirlas en una olla o cazo con perejil y agua en ebullición. Hervir durante 20 minutos hasta que estén listas. Cuando queden 2 minutos para finalizar la cocción de las alcachofas, calentar a fuego suave la salsa de manzana reservada y preparar el foie. En una sartén a fuego fuerte, cocinar vuelta y vuelta los 2 medallones de foie restantes. No más de 1 minuto por cada lado.
Quedarán dorados en su exterior pero en su punto en el interior. Poner la salsa preparada en la base de cada plato, colocar las alcachofas y encima de estas los medallones de foie. Salar el foie con sal en escamas y decorar el plato con manzana fresca cortada fina.
Los motivos por los que consumir alcachofas es una buena opción
La alcachofa contribuye al control de peso, al normal funcionamiento del hígado y a la eliminación de toxinas. Así, estas son sus principales propiedades y beneficios:
Uno de los beneficios más destacados de la alcachofa es su alto contenido en fibra, que contribuye a la regulación del tránsito intestinal y a ralentizar la absorción de nutrientes y evitar subidas bruscas de glucosa en sangre. Las fibras vegetales ayudan a aumentar la sensación de saciedad y, por lo tanto, a controlar el peso. Además, se trata de un alimento diurético que contribuye a eliminar la retención de líquidos y toxinas, por lo que puede prevenir enfermedades como la artritis, problemas de circulación o gota.
Es un alimento vegetal con muy pocas calorías y prácticamente libre de grasa que tiene una gran cantidad de agua y es efectivo en el tratamiento de la hiperlipidemia (demasiadas grasas en la sangre) y en la eliminación del colesterol. De hecho, es muy utilizada como complemento alimenticio para el mantenimiento de los niveles de lípidos sanguíneos y para el control del peso
Estimula la secreción biliar y favorece la digestión de las grasas debido a su aporte de cinarina, un componente que le proporciona parte de su sabor amargo. De esta forma, es una verdura ideal para limpiar, desintoxicar y depurar el hígado graso y tratar el hígado inflamado. Asimismo, ayuda a drenar la vesícula para prevenir la formación de cálculos.