El 19 de julio de 2020, hace apenas dos años, nos quedábamos asombrados por el fallecimiento del marido de Paz Padilla, Antonio Juan Vidal. Una noticia que nadie esperaba, y es que sólo los familiares más próximos sabían de la delicada situación en la que se encontraba el amor de la presentadora. De hecho, durante todo el confinamiento originado por la Covid, la actriz de La que se avecina nunca comentó en público el doloroso momento por el que estaba pasando, un secretismo que se prolongó hasta que finalmente el amor de su vida falleció.
La enfermedad de Antonio Vidal
>Todo comenzó cuando Antonio acudía al médico por unos dolores de cabeza, estrés, falta de concentración y nunca imaginaron que de esa consulta saldrían con la peor de las noticias. Al marido de Paz Padilla, que estaba con la presentadora en ese momento, le comunicaban que tenía un tumor en la cabeza y que le quedaban pocos meses de vida. De un día para otro el mundo del matrimonio se desmoronó en mil pedazos.
Una noticia que no se asume, solamente se vive. Desde ese preciso momento, la humorista tuvo claro que haría todo lo que estuviese en su mano para que los últimos meses y días de su amor, Antonio, fueran los más felices de su vida… y así fue. Lo consiguió. La presentadora de Sálvame se puso manos a la obra y estudió cómo podía acompañar a una persona terminal, se involucró tanto, que es capaz de contar esa conmovedora historia con una sonrisa en su rostro.
Antonio fue feliz hasta el último momento, estuvo acompañado por el amor de su vida, recibió el cariño que siempre ha sentido por él. Un duro golpe del que nos enterábamos una vez fallecido y que nos dejaba de lo más sorprendidos. Paz reaparecía a las semanas, daba una entrevista en su programa y nos dejaba boquiabiertos al ver la fortaleza que tenía tras haber vivido uno de los hechos más tristes de su vida.
La vida continúa para Paz Padilla
>Como hemos comentado en la entrada de esta publicación, su historia de amor con Antonio Juan Vida Agarrado (53) terminó antes de tiempo y de la manera más cruel posible cuando este no pudo superar su batalla contra un tumor cerebral.
No obstante, la conductora de Cántame una Canción siempre ha sabido que encerrarse era lo peor que podía hacer. Como ella misma escribió en su libro, El humor de mi vida, «el amor no se dosifica, si viene una persona que me quiera y me haga volver a sentir… Será diferente porque no hay dos amores iguales». Por eso mismo, la humorista tomó la decisión de continuar con su vida, y de abrir su corazón para volver a enamorarse.
«Yo me he enamorado muchas veces, amar es entregarse… La gente se cree que el amor es sólo enamorarse, encontrar una pareja, pero yo creo que el amor es incondicional, blanco, compasivo, generoso y te llena. Puede ser una puesta de sol o tomar algo con amigos. Ver a tu hija crecer, ser feliz escribiendo o si un hombre te acaricia y te besa. ¿Por qué voy a negarme a vivir eso?», destacó.
Su nuevo amor se llama Fran
>Su nuevo amor se llama Fran Medina y es un fotógrafo con una carrera profesional muy consolidada a quién la presentadora de Hola, hola, hola conocía desde hace tiempo. Es más, él es el responsable de algunos de los retratos más recientes que tiene nuestra querida Paz que, por cierto, está encantada.
La amistad entre la pareja, si es que se puede llamar así, se remonta a hace unos meses atrás en el tiempo, aunque si es cierto que en la prensa del corazón no conocemos el momento exacto en el se enamoraron.
Lo que sí sabemos es que el pasado abril estuvieron en la Feria de Abril con otros amigos, y un mes después la actriz de Ponme una nube, Rocío compartía con sus seguidores sus avances en el mundo de la fotografía siguiendo las pautas de su fotógrafo personal. Esperamos que todos les vaya tan bien que sean ellos mismos los que en unas semanas nos den sus primeras declaraciones sobre su relación.
Durante la primera escapada de los enamorados que han capturado las cámaras la actriz de Mis adorables vecinos capitaneó el barco. Al rato en tierra, los dos se relajaron bajo una sombrilla, protegiéndose del sol, y se animaron a hacer un poco de ejercicio. Y es que a Paz le encanta hacer paddle surf, aunque en esta ocasión no estuvo tan concretada como otras veces y perdió un poco el equilibro. Eso sí, lo que se rio solamente lo sabe ella.
Porque si algo tuvo siempre muy claro la gaditana es «He aprendido que aceptar no es olvidar, y a recordar con amor y no con angustia«, analizó señalando una de las pocas cosas que tiene claras en la vida, «he sido muy feliz con mi Antonio«.