Hace pocos días la novia de Miguel Bernardeau, Aitana, una de las cantantes más famosos del panorama artístico, cumplía veintitrés primaveras. La intérprete de Berlín, que comenzó su trayectoria en el archiconocido concurso de entretenimiento Operación Triunfo, está en su mejor momento sin ninguna duda, tanto en el plano profesional, como en el personal.
La coach de La Voz y el actor de El Zorro llevan cuatro años juntos, y todos los que hayan tenido una relación duradera saben perfectamente que en este punto se produce la primera prueba de fuego entre dos personas. Un momento en que las ilusiones del principio ya han desaparecido y en el que toca seguir dando pasas hacia delante.
Por eso mismo, no alcanzamos a comprender que el hijo de Ana Duato no se esmerara nada en su felicitación, y lo que ha tenido que hacer el madrileño para devolverle la ilusión a su novia.
1Miguel Bernardeau no suele ser tan soso
>Aunque si es cierto que la oración, «felicidades, mi amor», puede ser muy romántica si la acompañas con fotos que demuestren como es tu rutina diaria (como hizo el año pasado, con las que pudimos ver a la compositora dormida como un tronco), si no pones mucho más es un poco sosa.
Lamentablemente, este año sólo ha compartido una historia en sus redes sociales en las que se les ve de la mano siendo como se suelen mostrar en su Instagram, lejanos y naturales. Aunque, la cantante de La canción que no quiero cantarte, ha subido unas fotos a su feed con un ramo de flores que podría ser del actor. Esperemos que sea así, porque la amiga de Marmi no se merece menos, sobre todo teniendo en cuenta su innumerable recuento de éxitos que tiene a tan temprana edad.