El matrimonio de José Ortega Cano y Ana María Aldón vuelve a estar en el punto de mira después de que el diestro rompiese su silencio en Ya son las 8 el pasado lunes, pidiendo públicamente a su mujer y a su hija Gloria Camila que no vuelvan a hablar de él en televisión y le dejen vivir tranquilo.
Un estallido que revela el hartazgo de Ortega Cano tras los tensos cruces de declaraciones que han intercambiado públicamente en televisión dos de los pilares de su vida y tras el que Ana María no ha tardado en pronunciarse a través de Carmen Borrego. Según ha desvelado en Sálvame la hija de María Teresa Campos, la andaluza «ha tocado fondo». Derrumbada, ha confesado que está «muy mal» y que ya «no sabe qué hacer» para que su marido le dé su sitio. Y es que según ha confesado, en su casa «tiene que pedir permiso para todo» y «Gloria Camila y Marina, la asistenta, mandan más que ella» en la residencia que comparte con el torero.
Por eso, desesperada, la gaditana estaría pensando en irse a Sanlúcar de Barrameda a cuidar de su madre, que está enferma, lo que muchos interpretan como el primer paso para romper su matrimonio con Ortega Cano.
Horas antes de confesar a Carmen Borrego lo destrozada que está por la llamada de atención pública de su marido pidiéndole que deje de hablar de él. Ana María se dejaba ver haciendo unas gestiones por los alrededores de su domicilio. Lejos de mostrarse hundida, derrotada o afectada, la colaboradora tiró de ironía y bromeó con la prensa cuando le preguntamos cómo se sentía tras el estallido de Ortega Cano contra ella y contra Gloria Camila.
«Bebe agua hija que te vas a atragantar. Bebe un poco de agua. Respira, respira» respondía esquivando con sentido del humor todas las cuestiones relacionadas con su matrimonio, evitando desvelar si está preocupada por el torero o si ha podido hablar con él para intentar solucionar las cosas.