Afortunadamente, cada vez existe más consciencia sobre la importancia de utilizar fotoprotección como medida indispensable para proteger la piel del sol. No solo se debe usar en verano, si bien es cierto que en invierno estamos menos horas expuestos y más protegidos (llevamos más ropa), la radiación UVA y UVB sigue incidiendo en nuestra piel y eso, a largo plazo, tiene consecuencias. Su uso ya forma parte de las rutinas de cuidado diario de nuestra piel. Te contamos por qué la protección es fundamental y cómo evitar los daños irreversibles del sol con las medidas adecuadas.
1Qué es el fotoprotector
Son aquellos productos que defienden nuestra piel de los posibles daños que puede provocar el sol en el cuerpo. Los bloqueadores solares actúan como un escudo y reflejan los rayos UVA y UVB, si estos son de amplio espectro. Contienen ingredientes como el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Existen protectores solares con filtros físicos y químicos. Los filtros físicos son una buena opción para las personas con alergias a los filtros químicos. Estos últimos absorben los rayos UVA o UVB y contienen ingredientes como avobenzona y benzofenona.