Cosas fresquitas, como el salmorejo o el gazpacho, son las que apetecen tomar cuando llega el verano, de la misma manera que los platos de cuchara, cuanto más calientes mejor, son los que queremos degustar en invierno. Ahora se cambian estas elaboraciones por otras con ingredientes naturales y además que necesiten poca preparación y sobre todo que no haya que encender los fuegos o el horno en la cocina, principalmente para no cocernos tampoco en ella durante los guisos. Por eso es por lo que triunfan en esta época las ensaladas, los batidos y por supuesto las sopas frías.
1Para no hacer el salmorejo clásico
Para innovar un poco y no hacer el salmorejo clásico de toda la vida, como ocurre con otros platos de esta época como el famoso gazpacho o el ajoblanco vamos a apostar en esta ocasión por una receta que es más una sugerencia de presentación para no repetir siempre el típico acompañamiento de huevo duro y jamón serrano. Aquí lo vamos a servir con unas bolitas de mozzarella, unos trocitos de aguacate y un picadillo muy sencillo de anchoas, alcaparras y aceitunas que le da ese característico punto salado que tan bien le sienta, sin tener tampoco que perder mucho tiempo en encontrar estos productos.