Hubo una época determinada en la que se corrió el rumor de que Letizia emitía esta frase con suma regularidad: «La Reina soy yo«. No es cierto. La jefa consorte del Estado sabe su posición dentro de la Familia Real, conoce a la perfección cuál es su rol y lo ejerce con suma maestría. Pero no abusa de su poder… ¿O sí?
1«¡Déjame terminar!»
En este mismo mes de noviembre hace ya 14 años, el príncipe heredero a la corona de España, Felipe de Borbón, presentaba oficialmente a la que seis meses más tarde sería su esposa: la periodista Letizia Ortiz Rocasolano.
Ante el aluvión de medios de comunicación, algunos compañeros de la hasta entonces presentadora de informativos, Letizia emitió un discurso que parecía haberse estudiado a la perfección. Su dicción era (y es) exquisita, sus palabras parecían estar elegidas con sumo cuidado… Pero Felipe la interrumpe y Letizia, impone su carácter y le espeta: «¡Déjame terminar!».
Un freno en seco que le costó la crítica de público y prensa especializada en protocolo. Una anécdota que será recordada para siempre y que supuso el inicio de quienes empezaron a hablar del carácter de la reina Letizia.