Las croquetas son uno de esos aperitivos que no pueden faltar en cualquier bar o restaurante, desde las más clásicas y tradicionales hasta las más innovadoras y con novedosas mezclas de ingredientes en el relleno, para todos los gustos. Pese a ello, son muchos los que creen que no hay nada como hacerlas en casa, sobre todo si te quedan bien, y por eso aquí vamos a intentar dar algunos consejos para que puedas conseguirlo. Y es que para disfrutar preparándolas en casa hay que tener bastante control del proceso, partiendo siempre de la base de que nos saldrán más ricas conforme más las practiquemos. La cuestión al final es que cada cual tenemos un gusto personal pero en general se busca que sean lo más cremosas posible por dentro, que no sean unos mazacotes.
1La harina justa para las croquetas
Si queremos que las croquetas tengan una cremosidad única hay que cocinar la bechamel con un poco de paciencia porque lleva su tiempo, y la receta que vamos a mostrar es muy sencilla y queda perfecta y sin grumos. La gran duda quizás sea la proporción de harina de harina que debemos emplear. Si tienes prisa y no te importa elaborar unas croquetas más tipo «mazacote», o simplemente es la primera vez que vas a prepararlas y quieres que cada paso sea más sencillo y corto, en vez de 80 gramos de harina puedes subirla hasta 100, 120 o incluso 150 gramos.