El acné es una enfermedad de la piel que se produce cuando los folículos pilosos se llenan de grasa y células muertas. Pueden aparecer a cualquier edad y en cualquier momento, no son exclusivos de la adolescencia. Sus causas principales son los cambios hormonales o tener predisposición genética. Para mantener la piel sana se deben adoptar hábitos de higiene muy estrictos para que esté lo más limpia posible y, por tanto, los poros menos obstruidos. Aquí te explicamos cuáles son esos hábitos, que sueles hacer a diario, y provocan acné en tu rostro.
1No realizar una adecuada limpiarse de la piel
Siempre el primer paso para el tratamiento de una piel con tendencia al acné es realizar una delicada limpieza matutina con agua micelar o un gel limpiador para este tipo de piel. Esto se debe a que mientras dormimos por la noche, el sebo y las células muertas se acumulan en la superficie de la piel, esto podría tapar los poros y crear las condiciones perfectas para que se formen los brotes de acné. Si quieres evitar los granos, la mejor medida preventiva sin duda será efectuar una buena limpieza facial diaria.