Interminable. Así podría definirse la guerra judicial que mantienen desde hace años Denia Apolinar y el cantante Francisco desde que la dominicana le demandara para que asumiese la paternidad de su hija Naomi. A pesar de que el cantante siempre ha negado que la joven sea suya, un juez le adjudicaba la paternidad en 2008. Desde entonces, han sido numerosas las veces que el valenciano y su examante se han visto las caras en los juzgados.
Este miércoles ha tenido lugar su última batalla judicial y, horas antes de reencontrarse con Francisco, Denia nos ha contado por qué le ha demandado en esta ocasión.
1El motivo por el que Denia y Francisco se han vuelto a ver en los juzgados
> Denia ha hablado sin pelos en la lengua sobre el padre de su hija y lo que pide al llevarla a los juzgados. Muy indignada, cuenta todas las cosas que le quedan por contar de la relación con el padre de sus hijas.
– PREGUNTA (P): Parece ser que otra vez en los juzgados os vais a ver las caras. Nunca se termina esto.
– DENIA (D): Nunca.
– P: ¿Por qué? ¿Qué pide él ahora?
– D: Le gusta este morbo, encima que no cumple con la ley, hace las cosas a su manera. Ha presentado unas cosas que, en su momento, este juicio se iba a hacer en marzo pero se aplazó porque él no ha mostrado lo que le pidieron de su parte. A ver lo que va a pasar porque yo voy con mi verdad, como siempre.
– P: ¿Él qué pide exactamente? La última vez que leí fue que el quería bajar la manutención de la niña.
– D: Eso es lo que quiere, es lo que más o menos ha pedido. Como una modificación, pero antes de modificar algo tiene que cumplir con la ley, que no lo ha hecho nunca.
– P: Él dice que si lo hace, que siempre ha cumplido.
– D: Sí, en sus veinte, pero una vez, yo siempre he respetado, nunca he sido grosera, nunca he sido esto, pero esta vez va a temblar todo porque voy a decir todo.
– P: ¿Qué falta por decir?
– D: Muchas cosas que me he callado porque hay que quitar a mi hija de en medio y mi hija sufre mucho con esta historia. Mi hija pregunta y para mi hija, yo le paso la pensión, pero él ha visto que no, que no la pasa y que él siempre está jugando al dominó y a las cartas. Cuando le da la gana, me llama y me manda mensajes y no me conoce de nada.
– P: Por lo tanto, él quiere modificar algo que no ha cumplido.
– D: Para tú modificar algo, tienes que cumplir con la ley y él no ha cumplido nunca.
– P: Y tú eso lo puedes demostrar.
– D: Por supuesto que sí, yo estoy muy tranquila. Ahora, él no duerme, yo sí duermo tranquilamente. Él no duerme, yo sí.
– P: ¿Así lleváis cuánto tiempo?
– D: Pues mira, mi hija tiene veintiún años, que está enfadada. Ella no sabía esto. Tiene veintiún años, imagínate, lo de nunca acabar. Lo que pasa es que la cosa era diferente, esta vez ya no me callo nada.
– P: ¿Es verdad que llegó un momento que dijo que tu niña era grande y que estaba trabajando en una empresa que ya se podía mantener?
– D: Se ha agarrado a eso de la música, pero bueno, eso fue una cosa que ella hizo, no ha vivido de la música, para nada. Es una niña que tiene veintiún años, que es normal y que te necesita. No hace los estudios porque este señor no ha cumplido con la ley y mi hija quiere seguir estudiando. Él ha dicho lo que le ha dado la gana, a su manera. Entonces, a mí me da la gana decir las cosas a mi manera, pero con la verdad por delante. Entonces, ya se verá todo.
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