Javier Santos está cada vez más cerca de su propósito… que le reconozcan por fin que es hijo de Julio Iglesias. Acaba de cumplir 46 años sigue sin poder tener los derechos como hijo del famoso cantante. No ha sido el único en llegar hasta la última instancia. Su confianza en la justicia es máxima.
Su caso ha llegado hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, tras ser rechazada su causa por los altos tribunales de España. 11 casos como el suyo, han logrado que fueran reconocidos. Julio Iglesias tendrá que personarse en Estrasburgo y declarar por la supuesta paternidad que ha negado durante años. ¿Alegará problemas de salud?
1Javier Santos podría ser reconocido por el Tribunal de Estrasburgo como hijo de Julio Iglesias
>Javier Sánchez-Santos lleva años luchando para que el cantante le reconozca como hijo. Como no lo ha hecho, lo llevó a los tribunales y no va a parar. Una lucha incesante que recuerda a la negación de Manuel Benítez El Cordobés con su hijo Manuel Díaz. Ahora a su vejez y siendo un octogenario, El Califa de Córdoba quiere conocer a su hijo.
Javier Sánchez-Santos tiene que sufrir lacra de ser rechazado por el que fuera marido de Isabel Preysler y hubiese mantenido una relación extramatrimonial con su madre María Edite.
Todo comenzó, según Edité cuando estaban trabajando juntos en una de sus giras de conciertos. Ella se quedó en cinta del cantante, se lo contó al intérprete de Me va, me va, me va la vida, y este la ignoró.
Lo intentó en los tribunales obtuvo un no, como respuesta. Ese desprecio hizo que su hijo, al cumplir los 18 años luchara con uñas y dientes.
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>Para entender por qué la lucha se ha alargado tanto hay que dejar claro que actualmente el demandante de paternidad es Javier Santos. La defensa de Julio Iglesias reside en que esta causa ya fue juzgada en el pasado cuando María Edite abrió la causa.
Julio Iglesias siempre negó la mayor. Jamás habló con María Edite. Según él, trabajaron juntos durante una de sus giras, pero ni siquiera intercambiaron más de una conversación. El juez dictaminó que el pequeño no era su hijo y Santos ha defendido el honor de su madre. Pero ese era solo el prólogo porque cuando Javier Santos retomaba el caso lo hacía con una prueba en la mano.
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