Son ya varios los meses los que Rihanna lleva en boca de todos por algo mucho más superficial y banal que su música y su arte. De un tiempo a esta parte, la de Barbardos ha sufrido una evidente subida de peso que algunos de sus seguidores, a través de redes sociales, no dudaron en comentar. Unos, con maldad y saña, otros, en cambio, con alegría, pues sí que es cierto que RiRi había atravesado, hace algún tiempo, una época de su vida en la que su aspecto estaba desmejorado y era poco saludable.
En una sincera entrevista para ‘The Cut’, la intérprete de ‘Umbrella’ ha roto su silencio y ha explicado, orgullosa que «tengo el placer de tener un físico fluctuante, y eso significa que un día puedo literalmente entrar en ropa muy ceñida y al siguiente necesitar algo oversize. Digamos que cada día presto mucha atención a mi cuerpo y por la mañana elijo la ropa de mi armario pensando en qué va a funcionar mejor».
Y no solo ha querido dejar claro eso sino que además ha quedado patente que ella es más que una imagen o un físico: «En serio, me encanta jugar con mi silueta porque lo más importante en la moda es sentirte cómoda con lo que llevas». Las marcas se la rifan, y su subida de peso no ha hecho más que ‘engordar’, y nunca mejor dicho, el mito de una chica que salió de su pequeña isla con 17 años y se convirtió en toda una superestrella mundial.
La cantante, además, está de enhorabuena. El gobierno de su país reveló el pasado martes que una calle de Barbados llevará su nombre, con motivo del 51 aniversario de la independencia de la tierra caribeña: Westbury New Road ubicada en St. Michael pasará a llamarse Rihanna Drive.