Ahora que está empezando a entrar el frío en España, qué mejor que unas lentejas para calentar el cuerpo y, de paso, cuidarlo. Y es que se trata de un alimento con una alta concentración de nutrientes. Los hidratos de carbono son los más abundantes y están formados fundamentalmente por almidón. Sus proteínas vegetales, aunque en buena cantidad, son incompletas, puesto que son deficitarias en metionina (aminoácido esencial). No obstante, si se combinan las lentejas con cereales como la avena o el maíz, ricos en dicho aminoácido, se convierten en proteínas de alto valor biológico, equiparable a las que aportan los alimentos de origen animal. Por si con eso no bastara, además el contenido en lípidos es muy bajo y el aporte de fibra, aunque importante, es también inferior al de otras leguminosas.
1Lentejas de bote
Lo mejor de estas lentejas estofadas con patatas, por mucho que lleguen unos días después de Nochevieja (se dice que traen buena suerte para comenzar el año, según una tradición originariamente italiana, de la Edad Media, y cuenta la leyenda que la sobreproducción de lentejas hizo que se establecieran como plato típico en las fiestas navideñas. También se dice que en los días previos a la Nochevieja se regalaba una pequeña bolsita con lentejas a familiares y amigos) es que se trata de una receta muy fácil de elaborar y que, además, admite hasta poder introducir en la misma productos ya preparados. Y es que para este caso en concreto se pueden utilizar unas lentejas de bote ya cocidas para su elaboración, aunque si el chef en cuestión lo prefiere también puede cocer las legumbres desde cero, como toda la vida, pese a que, obviamente, llevará más tiempo el poder hacer la receta. Además, también para ahorrar tiempo en la preparación que vamos a ver a continuación se han cocido las patatas aparte, lo que no quita que también se puedan cocer directamente en el guiso si se prefiere.