Es la crónica de un corazón roto. O no. Pelayo Díaz y su novio, el diseñador argentino Sebastián Ferraro, han puesto fin a su relación tras un año juntos. Tal y como publica el periodista Antonio Diéguez para ‘LOC‘, fuentes cercanas al influencer han confirmado la ruptura definitiva entre ellos, algo que sucedió hace ya «dos o tres semanas».
Son estas mismas fuentes las que hablan de un Pelayo que ha quedado «muy tocado» tras la separación. Sin embargo, entre ellos parece que reina la calma y la cordialidad, pues ambos continúan siguiéndose mutuamente en sus redes sociales. Y no solo a sus perfiles personales sino que el estilista de ‘Cámbiame’ sigue promocionando productos de la firma de su ya ex novio (‘Not Guilty Home‘), ante su imponente millón de seguidores.
La relación entre Pelayo y Sebastián ha durado algo más de un año. Fue en septiembre de 2016 cuando los fotógrafos captaron lo que se suponía era el inicio de un romance que en realidad se gestó meses antes en Ibiza, residencia habitual del argentino, que vive entre la isla Pitiusa, Madrid y París, por motivos laborales.
Algunos medios de comunicación se han hecho eco en estos días del ‘piquito’ público que Pelayo Díaz y Pablo Sáez, ‘viudo’ de David Delfín, regalaron a sus seguidores en Instagram. Este revuelo generó rumores de un posible flirteo pero nada más lejos de la realidad. Fuentes cercanas al asturiano desmienten esta información y añaden que Díaz tendría puesto sus ojos en otra importante figura de la moda.
Y no nos pillaría de nuevas. El nombre de Pelayo empezó a ir de boca en boca cuando comenzó su aventura con el diseñador David Delfín en 2011. Algo más de tres años estuvieron los creativos hasta que el joven cambió la dirección de Delfín por la de Louis Vuitton. Un idilio internacional con Nicolas Ghesquière que bien la valió una colaboración con la prestigiosa firma internacional francesa. Una subida de peldaño en toda regla que tiene visos de una secuela.