Salvador Sobral, flamante ganador de Eurovisión 2017, ha tomado la que es probablemente la decisión más difícil de su vida. Su estado de salud no le permite seguir cantando y el portugués ha decidido abandonar la música hasta que su cuerpo experimente una evolución que él anhela pronto. “No es un secreto para nadie que mi salud es frágil. Tengo un problema y debo entregar mi cuerpo a la ciencia”, escribía el autor de la balada triunfadora del último festival de la canción europea en sus redes sociales.
“Seguramente el problema quedará resuelto, pero no sé cuándo. Volveré pronto, es un adiós temporal. Me gustaría que se respetase mi privacidad. Todo irá bien, que nadie se preocupe”. Con este mensaje, Sobral ha querido desmentir las informaciones vertidas por algunos medios de comunicación del país vecino que le auguraban «dos meses de vida.
Su salud, como él mismo ha afirmado, es frágil, pero no se rinde. Sobral se encuentra a la espera de un trasplante de corazón que no termina de llegar, algo que ya se sabía cuando se alzó con la victoria en Kiev (Ucrania) el pasado mes de mayo. Su último concierto está previsto para el próximo viernes 8 de septiembre en los Jardines del Casino de Estoril, dentro del contexto del Festival Internacional de Cultura de Cascais. Se estima que el evento será multitudinario, no solo porque es la última vez que tiene prevista subirse a un escenario sino que por expreso deseo del cantante el show será gratuito para que todos sus fans pueda disfrutar de su voz en directo hasta nuevo aviso.
Eurovisión tiene lugar una vez al año, generalmente en torno al mes de mayo, sin embargo, un evento de tal envergadura necesita ser organizado con bastantes meses de antelación. Es por eso que Lisboa en estas fechas ya se encuentra preparada para acoger la próximo edición del festival de música más importante del viejo continente. Como es tradición, se espera la presencia del ganador vigente, pero la asistencia o no dependerá exclusivamente de su frágil corazón.