Desde que Anabel Pantoja dijera no a los conflictos familiares ha encontrado su verdadero yo. Vuela libre, feliz, resurge de entre sus cenizas y expande las alas para gritar a los cuatro vientos que su sonrisa es ahora su mejor vestido de gala. ¿Quieres saber por qué afirmamos con rotundidad todo esto? Sigue leyendo que te lo desvelamos a continuación.