Tamara Gorro acompaña a su marido, el futbolista Ezequiel Garay, en uno de los momentos más duros de su vida. La decisión está tomada. Sus consecuencias cambiarán la vida de este matrimonio de anuncio así como la de sus pequeños. Sin embargo, no se amedrentan y miran el futuro con optimismo aunque el presente sea hoy más doloroso de lo que pensaban.