Suiza es un país que exporta, entre otras cosas, los mejores chocolates, las mejores navajas y los mejores relojes. En este caso, nos centraremos en los terceros, concretamente en qué convierte a estos relojes en unos de los mejores del mundo. Para que un reloj sea considerado enteramente suizo, la mitad del coste de su producción debe producirse en Suiza, aunque el montaje haya sido en otro país, como China. De esta forma, solo los relojes que cumplan esta condición pueden llevar la etiqueta Swiss made, tan cotizada en el mundo de la relojería. Ahora que ya sabemos qué es un reloj suizo auténtico, podemos indagar más a fondo.
Al momento de hablar más en profundidad de los relojes suizos, podemos tratar su historia, su sistema de producción y la calidad de sus componentes. No obstante, si lo que de verdad quieres es comprar un reloj suizo, lo que debes hacer es visitar páginas como la web relojes-suizos.xyz, que se encarga de organizar por diseño, marcas y tipos cientos de relojes suizos para que comprar uno sea lo más fácil posible. De este modo, se agiliza el proceso de compra y puedes aplicar los conocimientos adquiridos en este artículo.
¿De dónde viene su fama?
La historia de los relojes suizos se remonta a varios siglos atrás. Este país era el que más dominaba el arte de la relojería, pero, a finales del siglo XX, tanto China como Japón, viendo que podían copiar los productos suizos y venderlos a menor precio, empezaron a extender sus brazos comerciales por todo el mundo.
Para enfrentarse a estos temibles competidores, ASUAG y SSIH, las principales empresas relojeras de la época, se fusionaron para fundar Swatch, la empresa que redefinió el concepto de reloj como un complemento más, como las pulseras o los collares. Mediante una reducción del coste de producción de casi el 80 %, pudieron competir en cuanto a precios con los países asiáticos, y Swatch triunfó.
Fiabilidad asegurada
A partir de ese momento, los relojes fabricados en Suiza comenzaron a gozar de una fama increíble en el resto del mundo. La variedad de diseños y estilos de los relojes que exportaban los convertían en la mejor opción para vestir tanto día a día como en ocasiones especiales y esto se unió a la calidad de sus componentes.
Los verdaderos relojes suizos están pensados para durar, si no para siempre, hasta que te apetezca comprarte otro reloj porque te has cansado del que tienes. Sus piezas, fabricadas al milímetro, y los minuciosos controles de calidad a las que son sometidas le dan a la expresión Swiss made el significado de «precisión y durabilidad«, y las garantías corroboran este hecho.
En resumen, los relojes suizos tienen tantos años de buena historia detrás que se merecen la fama que tienen hoy en día. Su hermosa y resistente construcción, unida al prestigio que supone poseer uno de ellos, los convierten en los complementos más deseados. Sin embargo, antes de lanzarlos a comprar uno, conviene visitar sitios web como el nombrado al principio del artículo para que nos guíen en el momento de la compra.